El animal, de la raza pinscher, tuvo que ser intervenido de urgencia en una clínica veterinaria
03 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Un cebo de carne incrustado en un anzuelo de cinco centímetros acabó en el estómago de Héctor, un perro que paseaba por un camino de la Travesía de Montouto. El animal, de la raza pinscher, tuvo que ser intervenido de urgencia en la clínica veterinaria Teovet, donde se comprobó con una radiografía la presencia el cuerpo extraño en su estómago y se le realizó una endoscopia para extraerlo.
La rápida actuación de su propietaria, quien denunció los hechos ante la Guardia Civil, fue determinante. La mujer, que paseaba el pasado martes con su mascota entre la Cafetería Manú y el vivero de plantas, se percató de que su perro se tragaba algo, pero no tuvo tiempo de reaccionar. Al poco, vio cómo el animal metía de nuevo algo en la boca y esta vez sí pudo llegar a tiempo para sacárselo y comprobar que se trataba de un cebo de carne en un anzuelo. Temiendo que antes se hubiera comido otro, llamó a la clínica veterinaria, donde confirmaron sus sospechas. Héctor no llegó a sufrir lesiones internas ni secuelas y evoluciona favorablemente, según constatan en Teovet. El caso ha levantado un gran revuelo, especialmente entre los dueños de animales que habitualmente pasean con sus mascotas por la zona, incluso de padres que apuntaban que la víctima podría haber sido un niño, por el lugar en el que se encontraron los cebos.
Desde Teovet mostraron su consternación en las redes sociales. La clínica, escribían, «leva case 20 anos funcionando en Cacheiras, Teo. Hai poucos casos coma este na nosa historia profesional, afortunadamente. Pedimos colaboración para identificar a estos individuos e traballar para que se persigan este tipo de feitos, este tipo de delitos». Piden a las autoridades que los investiguen.