Teo revisa el censo de mayores para su atención individualizada

Emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

TEO

xoan a. soler

Incluye a personas que viven solas y sin necesidades sociales

03 abr 2020 . Actualizado a las 05:05 h.

El Concello de Teo está elaborando un censo actualizado de las personas que viven solas de más de 70 años de edad porque pueden necesitar un apoyo especial durante el período de confinamiento. Esta iniciativa, que asume la concejalía de Benestar Social, es el primer paso de un programa de atención individualizada que este departamento ya ofrece a mayores en situación de vulnerabilidad.

La Policía Local de Teo y la agrupación de voluntariado de Protección Civil están visitando los domicilios para informar a los mayores del servicio y recoger sus números de teléfono. El siguiente paso serán entrevistas telefónicas del personal de Servizos Sociais para un seguimiento individualizado de sus necesidades manteniendo contacto para poder cubrirlas.

Ignacio Iglesias, responsable del área de Benestar, confirma que hasta la fecha está hecho el trabajo en una franja de edad de teenses de más de 75 años que viven sin compañía. Y a falta de una última revisión de estas cifras, el edil reconoce que el censo en la franja de edad de mayores de 90 años, que superaba los cuarenta registros, se ha rebajado mucho porque ya son personas que casi siempre viven con familiares. En la franja de edad de entre 80 y 85 años la revisión ha reducido el censo de personas solas en un 65 %, quedando una veintena de mayores, aunque lo habitual es que tengan una red de apoyo y cuidados en su entorno, por lo que nunca demandaron atención del área de Servizos Sociais.

«Estamos vendo que a demanda no medio rural non é tan alta, pero son un colectivo, por exemplo, moi dependente dos centros de saúde, aínda que a súas necesidades entran dentro dunha casuística moi ampla», afirma Iglesias, que confirma que «agradecen un montón que lles fagas unha visita e recibir unha chamada dálles seguridade».

Esta campaña también tuvo su anécdota. «Houbo unha persoa que despois da visita chamou á súa familia, que está fora, e ao momento xa estaban chamando ao Concello para saber se era verdade», reconoce.