La dirección de la banda de música de Teo pasa de profesor a alumno

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

TEO

Francisco Fernández coge el relevo tras la marcha de Álvaro Varela

08 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Doce años, que se dice pronto, ha pasado Álvaro Varela Ferradáns dirigiendo a la Banda de Música Cultural de Teo. El de Merza se despedía el mes pasado en un concierto muy especial celebrado en la nueva iglesia de Milladoiro, donde se interpretaron algunos de los temas más significativos tocados a las órdenes del cruceño, como Libertadores, obra con la que consiguieron el primer premio en el festival internacional de Toro. Han sido muchas las satisfacciones durante este tiempo, destaca Álvaro, pero sentía que era el momento de dar a otro el testigo: «Foron 12 anos inesquecibles que pasaron súper rápido. Lévome unha morea de amigos, tanto músicos coma pais, directivos e veciños. Roubáronme un anaco ben grande de corazón. Pero a banda para min é un hobby. Aínda que me criei nisto, e vívoo moitísimo, eu son profesor no instituto en Lalín e hoxe a banda de Teo ten un nivel moi alto, polo que dirixila supón moitísimo traballo e dedicarlle horas, porque tratas con xente profesional e hai que estar á altura». En esta nueva etapa de su vida, Álvaro busca «descansar e dedicar un pouco máis de tempo á familia». Pero no ha cedido esta responsabilidad a cualquiera. Se trata de un trompetista, como él, además de amigo y exalumno suyo en la escuela de la Banda Artística de Merza. Francisco Fernández Pérez, que viene de dirigir a la Banda Xuvenil de Merza, ha cogido el relevo y, en principio, se espera que su concierto de presentación al frente de la formación teense sea el próximo mes. Es uno de esos músicos a los que Álvaro ha visto crecer profesionalmente. Para él, uno de los motivos de orgullo es precisamente ese: «Das maiores satisfaccións que me levo é ver aos rapaces coller por primeira vez un instrumento e que cheguen a unha orquestra sinfónica de Suecia, como Tomé, ou a dar clase en centros educativos ou conservatorios coma Nico, Cacheda e tantos outros». El listón queda alto para Francisco, pero ya viene con parte del camino andado, porque de algún modo ya formaba parte de la gran familia de la banda.

Familia y trío musical

Los lazos de sangre unen al Trío Acivro, una singular formación integrada por el profesor y flautista de la Real Filharmonía Galega Luis Soto y sus dos hijos, Lucas (violinista de 15 años) y Cecilia (violonchelista de 10). El músico tocó por primera vez junto a su hijo mayor en la biblioteca Ánxel Casal cuando este tenía solo 5 años, edad con la que se les uniría luego la pequeña en sus ya esperados conciertos didácticos de Navidad. Ayer, tuvo lugar el último de ellos en el centro público compostelano y el Trío Acivro no defraudó. Dice Soto que su objetivo siempre fue dar a conocer los instrumentos y combatir esa idea de que la música es solo para superdotados. Por eso padre e hijos no solo tocan sus piezas y se van. Eso sería lo fácil. Ellos construyen un relato, hablado y musicado, en el que explican de forma práctica las características de unos instrumentos que para ellos son como una extensión más de sus brazos. Pero, además, su concierto es una invitación abierta cada año a otros niños para que toquen junto a ellos, en un viaje a través de distintos compositores, canciones navideñas, populares e improvisaciones.

Arte, fetiches y anarquía

El Centro Empresarial do Tambre sucumbió desde ayer a la anarquía de tres artistas, muy diferentes entre sí pero cuyos caminos acabaron cruzándose en una exposición conjunta. Se trata de Celia Pía, Javier Sanz y José A. Morandeira. Ella es de Ortigueira, profesora de piano y licenciada en Bellas Artes; y en sus lienzos la pintura la y música van ligados. Javier, barcelonés afincado en Compostela y exalumno de la EASD Mestre Mateo, tiene la madera por material fetiche para sus tallas y esculturas. Y Morandeira se sumergió de lleno en la fotografía después de que una lesión lo alejase durante tres años del surf; empezó como ayudante de fotografía en ceremonias pero el objetivo le abriría muchas más puertas entre España, Italia y otros países de Europa, Asia y África.

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