La entidad de menores y adolescentes de Teo plantea luchar contra los vertidos y lograr un concello más sostenible
22 sep 2019 . Actualizado a las 05:05 h.El salón de plenos de un Concello es el escenario de los principales acuerdos y acontecimientos, pero rara vez se convierte en un espacio para que la ciudadanía más joven pueda plantear sus demandas y, de paso, asombrar a quien los escuche sobre sus reflexiones ante el mundo que los rodea y que ansían mejorar.
Este cambio de papeles se dio ayer en el consistorio teense, que acogió una nueva reunión del Consello Local da Infancia e a Adolescencia (CLIA), un foro de debate creado en Teo en el marco de su reconocimiento como Cidade Amiga da Infancia que le otorgó Unicef hasta el 2020.
En este grupo de trabajo también están presentes los grupos políticos y las AMPA del municipio, porque de lo que se trata es de que las demandas de la infancia, además de ser escuchadas, sirvan para planificar nuevos proyectos e iniciativas.
En la reunión, el grupo de menores centró sus peticiones en políticas medioambientales para eliminar vertidos incontrolados. También demandaron una Casa da Infancia para desarrollar distintos tipos de actividades compartiendo espacio con jóvenes y personas de la tercera edad. Hasta el punto, que este proyecto tiene una ubicación soñada, una nave industrial que en su día fue una antigua fábrica de cepillos en Cacheiras.
Su proyecto es ambicioso en muchos sentidos, ya que también plantean que esta instalación debe estar bien comunicada con rutas del TeoBus que no sean tan largas como la que ahora funciona, y que también esté comunicada por sendas peatonales y ciclistas.
Recuperar la vieja fábrica de cepillos no surgió por casualidad, ya que fue una de las ideas que caló en este consejo local de menores y adolescentes tras una reunión del grupo con el arquitecto municipal, según reconoció el edil Ignacio Iglesias, que destacó del Consello su perspectiva para pensar «nunha idea de futuro de xeito harmónico».
Beatriz Martínez, una de las escolares del CLIA, resumía a la perfección el porqué de esta aventura: «No concello temos parques, pero nós queremos algo distinto para ter unha variedade de actividades, porque se chove non temos sitios». Para esta teense, el consejo escolar es una buena herramienta porque explica, «ás veces, os adultos tentan facer o que nos queremos, pero non saben o que pensamos, e o mellor é dicilo». Entre la bancada de los adultos todo fueron felicitaciones. «O mais interesante é que fan reflexións de lóxica aplastante», reconoce el concejal Antonio Reyes mientras que Esperanza Moreiras, del AMPA del IES de Cacheiras, se asombró por su trabajo: «Son negociadores fantásticos e teñen as ideas clarísimas. Hai futuro».