El libro digital llega en su sexto año a 22 centros públicos y concertados

J. G.

TEO

Álvaro Ballesteros

Las asociaciones de madres y padres del alumnado insisten en que se mejore la atención a escolares con necesidades educativas especiales y las infraestructuras. En centros, de Santiago, Teo, Vedra y Arzúa, se rehabilitan sus instalaciones este verano

29 ago 2019 . Actualizado a las 09:47 h.

El día 11 la enseñanza no universitaria abre de nuevo sus aulas para el alumnado de infantil, primaria y educación especial. El de secundaria, bachillerato y formación profesional se incorpora a partir del 16. Los centros apuran las obras para tener listas las instalaciones, y en las librerías y otros establecimientos crece el ambiente para responder a las demandas de las familias.

El nuevo curso trae algunas novedades y se mantiene la preocupación de varias asociaciones de madres y padres del alumnado para que se mejore la atención a escolares con necesidades educativas especiales, además de la oferta de comedores y de otras dependencias de los centros.

Educación avanza que crecen unidades y profesorado en los colegios de Ventín (2 aulas y 3 docentes más en este centro de Ames) y Ponte Carreira (un aula y un puesto docente en este de Frades). En Trazo cierra la escuela unitaria de Polveira y en Negreira se reduce un aula y dos plazas de profesorado en el colegio de O Coto. La Consellería atribuye esta modificación a un ajuste de las necesidades de escolarización; pero sindicatos como el mayoritario CIG y la Federación de ANPA ven recortes en la decisión.

En tres centros deberían notar una mejora importante de las instalaciones. Son el IES de Arzúa (1.070.744 euros) y el Raíña Fabiola de Santiago (715.884), donde se efectúa una rehabilitación integral; y el de A Ramallosa (Teo), donde se destinan 714.643 euros para su rehabilitación energética. Y en Vedra se construye un edificio para secundaria.

Otros tres colegios estrenarán el libro digital. Son el Quiroga Palacios y el Compañía de María de Santiago, y el de Barouta (Ames). Suman así 22 los centros que cuentan con este recurso didáctico, que se implanta desde el curso 2014-2015. En ese ejercicio lectivo los pioneros fueron los colegios López Ferreiro, Rodríguez Xixirei de Lavacolla, y Divino Maestro, los tres de Santiago; y los de A Maía (Ames), Dices (Rois) y el de A Ramallosa (Teo). Posteriormente, en el curso 2017-2018, llegó al Maruxa Mallo (Ordes), Agro do Muíño (Ames), IES de Brión y colegio de Pedrouzos (en Brión ambos) y el compostelano Apóstolo Santiago. Y en el reciente 2018-2019, en el Nosa Señora do Rosario (Arzúa), Armando Cotarelo (Boimorto), Sigüeiro (Oroso), Vedra, Os Tilos y Cacheiras (Teo), y en los de Monte dos Postes y Ramón Cabanillas (Santiago).

El libro digital disminuye el peso que lleva el alumnado al colegio, pues en sus mochilas el material se reduce a un portátil y libretas y material que puedan precisar de apoyo. La mejora de las comunicaciones en los centros facilita que se pueda usar con rapidez y sin las dificultades que enfrentaron al principio. El mayor problema es la falta de continuidad en secundaria, pues la mayoría del alumnado que lo utilizó en primaria no tienen el sistema cuando cambian para la ESO.

En el IES de Brión, donde el curso pasado hubo una protesta para solicitar más profesorado, insisten en esta reclamación y desde la asociación de madres y padres han solicitado que se complete el claustro con 8 plazas. Prevén aumentar la matrícula en el nuevo curso e incluso un aula más en cuarto de ESO y quieren mantener la calidad, dicen. En el colegio de infantil y primaria de Arzúa la ANPA reclaman más docentes para atender al alumnado con necesidades educativas especiales, entre las principales demandas.