«Fuera hay más cultura musical»

sindo martínez VERÍN / LA VOZ

TEO

CEDIDA

Dos mellizas de Teo, aún al final de sus estudios, llegan a la élite de los intérpretes de música clásica tras hacerse un hueco en la Joven Orquesta Nacional de España

29 jul 2017 . Actualizado a las 00:31 h.

Dos mellizas de 22 años residentes en Teo son dos de las más firmes promesas de la música clásica gallega. Iria y Mireia Castro Real, nietas del escritor y etnógrafo verinense Eduardo Castro, actuaron recientemente en diferentes ciudades de la geografía estatal (como Madrid o Granada) integradas en la Joven Orquesta Nacional de España.

Tras una larga trayectoria como instrumentistas, ambas cursan sendos máster de flauta travesera y violín en reputadas escuelas de Stuttgart y Basilea, respectivamente. El currículo de Mireia es envidiable, pero Iria puede presumir de estar en la élite de los intérpretes de su instrumento a nivel español, tras ganar el campeonato anual oficioso de la travesera, Andalucía Flauta, un certamen de gran prestigio internacional.

Ambas comenzaron con tan solo cinco años a recibir nociones de canto y música básicas. «A los siete años, los profesores nos invitaron a elegir entre instrumentos. Yo opté por la flauta y Mireia por el violín. Desde entonces, aquí estamos», relata Iria. La gira con varias orquestas de renombre por parte de estas jóvenes ha incluido también visitas a países como Rumanía, Alemania e Italia. «En la capital de España participamos en un maratón sobre Gustav Mahler. Nosotros interpretamos la novena sinfonía de este autor», señala Mireia.

¿Cuánto tiempo hace falta para estar entre la flor y nata de los mejores virtuosos de la música clásica española? «Hay que trabajar mucho. Ensayamos o estudiamos cuatro horas al día, incluidos los fines de semana. En vacaciones, también. Hay que ser muy constantes», remarca Iria.

Ambas hermanas decidieron irse al extranjero a obtener una titulación adicional -tras culminar el Grado Superior Universitario en Música en Barcelona- que les permita obtener el día de mañana un enorme reto para un joven músico: lograr una plaza fija en una de las escasas orquestas profesionales de España.

Las mellizas tienen muy claro que enfocarán su futuro profesional a la música. «Hay que buscarse la vida. Obtener una plaza en España es muy difícil, hay muy pocos puestos en las orquestas; se renuevan solo a los miembros que se jubilan», expone Iria. De ahí que la salida internacional sea una opción nada descabellada. «Por supuesto que a ambas nos gustaría quedarnos en España en un futuro, pero ahora no descartamos poder entrar en alguna orquesta del extranjero. No somos las únicas, hay muchos compañeros que están realizando estos estudios fuera, no queda otra opción en muchos casos», asegura la joven músico. A ambas les resta un año para culminar unos máster que reforzarán sus opciones laborales futuras. «El proceso de selección es muy complejo. Se mira el currículo, la formación y, por supuesto, hay pruebas prácticas con el instrumento», comenta Iria. En Galicia solo existen dos orquestas clásicas profesionales, las de Santiago y A Coruña. Lo dicho, habas contadas.

El aprecio por la música clásica entre el público mayoritario no es igual en España que en países como en Alemania, Austria o Suiza, por ejemplo, donde la formación en este arte es muy sólida y generalizada entre la ciudadanía desde la escuela. «En otros países creo que, a nivel general, existe una mayor cultura musical. Eso no quiere decir que en nuestro país no se valore debidamente a una buena orquesta», opina Iria. Ambas, residentes desde los 9 años en Teo, gustan de las tierras del Támega de su origen familiar. «Solemos ir en Navidades a visitar a nuestros abuelos a Verín», remarca Iria.

Comienzo precoz. Tenían apenas cinco años cuando las hermanas Iria y Mireia Castro Real comenzaron a recibir nociones de canto y música básica. Primero en Verín, después en Santiago.

Barcelona y ahora en el extranjero. Tras cursar el Grado Superior Universitario en Música en Barcelona, las dos hermanas optaron por continuar sus carreras estudiando. Iria eligió Stuttgart (Alemania), mientras que Mireia optó por Basilea (Suiza). Todavía les resta un curso más para terminar esta etapa de formación. Después buscarán plaza en una orquesta.