Teo, aldea gala con un nuevo Astérix, o la reconquista romana

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

TEO

Anova da por hecho que no tendrá mayoría absoluta y el Partido Popular hace lo propio al pensar que si es la lista más votada no podrá gobernar

23 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Si algo comparten Anova y BNG es la mitomanía de la aldea gala que combate incombustible al imperio romano de la mano de Astérix, un héroe con tantos rostros como las escasas alcaldías nacionalistas. Y en Teo, con un regidor tan conocido como Martiño Noriega, que ahora quiere que la aldea gala se haga ciudad, el enemigo romano sabe que esta es su gran oportunidad para la reconquista de lo perdido hace ocho años.

De ahí que el mentor, y a su vez heredero político de Noriega, Rafael Sisto, sea consciente de que ganar de forma holgada es una aventura muy ambiciosa, sabedor de que hay victorias que valen tanto como una guerra. Y esta es la continuidad del gobierno de Anova en minoría, después de que el divorcio con el BNG pulverizase la mayoría absoluta conseguida en el 20011 ante el mismo enemigo popular, José Manuel Guerra.

Pese al peso político de Teo, estas elecciones están condicionadas por la importancia de agentes externos. Por un lado, está el ascenso de Martiño Noriega para ganar Compostela, y por otro, el peso del general, en realidad ex director xeral, Ovidio Rodeiro, candidato del PP en Boqueixón, con estrechos lazos familiares con José Manuel Guerra.

Las influencias externas también salpican, aunque en menor medida, a la candidatura del BNG, liderada por Manuel Anxo Fernández, destacado activo del Bloque en el Parlamento gallego, una circunstancia que le confiere gran valor añadido a su resultado electoral, del que deberá responder ante el partido.

Tanto es así, que Anova y BNG tiran de antiguos generales para animar a sus ejércitos en la lucha final. Xosé Manuel Beiras eligió Teo para su cierre de campaña y Guillerme Vázquez jugó el mismo papel para el Bloque. Y ambos sin salir de Calo, la parroquia que dio origen a toda esta historia y que conforma en gran medida la personalidad de este municipio, cuyo mayor desarrollo está en Cacheiras. La duda está en que, si la legión romana consigue minar las defensas de Teo y el PP rebasa a Anova, ambas tribus nacionalistas cicatricen heridas sin infección y compartan la pócima mágica.

Pero en la pota falta un ingrediente, el PSOE de Uxía Lemus, que conoce en carne propia, aunque por responsabilidad ajena, el sinsabor de la dolorosa derrota y de la pérdida de todo un ejército que la obligó a afrontar el mandato en solitario en el 2011.

Con semejante panorama, los diferentes actores han empleado toda la campaña en lanzar mensajes recurrentes para afianzar posiciones. Rafael Sisto, candidato de Anova, quiere que los teenses viajen en el tiempo y recuerden cuando Teo era una leira romana. José Manuel Guerra propone un trato privilegiado con el imperio, lo que reportaría gran prosperidad. Mientras tanto, el BNG quiere hacer valer el tiempo que formó parte del gobierno y el PSOE aspira a demostrar que tras el mito galo hay mucho por hacer todavía contando con él.

Teo no es Palmira

Tensiones aparte, en esta batalla política todos tienen muy claro que a partir del domingo llegará la pax romana. Difícilmente habrá venganza, porque Teo no es Palmira. Por eso, vencedores y vencidos, los mismos que antes de que el Boletín Oficial del Estado declarase la guerra de las elecciones del 24M vivían en relativa armonía, piensan ya en cómo organizar unas conversaciones de paz entre Anova, BNG y PSOE, ya paseada por varios debates. Y el PP, aunque apuesta por Guerra, calcula ya que para ganar la batalla debe hacerlo arrasando en las urnas.

«Necesitamos o apoio da xente para reforzar o noso proxecto cun equipo capaz e honrado»

Rafael Sisto

«Loitamos contra tres forzas que lanzan unha mensaxe de que o único inimigo é o Partido Popula

José Manuel Guerra

«Hai que recuperar a iniciativa e o traballo que se perdeu cando o BNG deixou o goberno no 2011»

Manuel Anxo Fernández

«Temos que pasar da normalidade a ter un concello excepcional, transparente e sostible»

Uxía Lemus