El caudal de la presa de Portodemouros se recupera tras varios meses de sequía

N. noguerol / E. forján ARZÚA, NEGREIRA / LA VOZ

SANTISO

NOGUEROL

La ocupación del pantano del Ulla ha pasado del 27 al 54 % en el último mes y medio

20 feb 2018 . Actualizado a las 05:10 h.

Portodemouros ha dejado de ser la viva imagen de la sequía, que, en los últimos doce meses, había sacado a la luz las ruinas de las aldeas que, en los municipios de Santiso y de Agolada, quedaron sepultadas bajo las aguas cuando hace más de cuarenta años se construyó este pantano que embalsa las aguas del río Ulla a su paso por las provincias de A Coruña y de Pontevedra.

El nivel de ocupación del embalse es, en estos momentos, incluso mayor que hace un año, situándose, en concreto, en el 54,75 por ciento de su capacidad, de acuerdo con el último informe emitido por Augas de Galicia. El dato corresponde al lunes pasado, por lo que, después de la lluvia que con intensidad cayó durante la semana pasada, con toda seguridad, ese porcentaje de ocupación registrará un incremento en la actualización que el ente gestor de la cuenca emitirá hoy.

La subida del caudal es la tendencia que, sin retrocesos, sigue desde mediados de diciembre, cuando el nivel de ocupación en el embalse de Portodemouros era del 27,81 por ciento, lo que significa que, solo durante último mes y medio, creció en casi 27 puntos y duplicó así el caudal que tenía a principios de año. El pantano se ha recuperado, por tanto, de la escasez de agua que registró a lo largo del último trimestre del ejercicio, coincidiendo con el episodio de alerta de sequía decretado en la comunidad gallega. Ahora mismo, alcanza así los niveles del pasado septiembre, cuando la ocupación en el pantano del Ulla se aproximaba al 53 por ciento.

El valor de ahorrar agua

Desde Unión Fenosa, la compañía que explota las instalaciones de aprovechamiento hidroeléctrico de Portodemouros, subrayan que, en los meses de escasez de agua a los que pusieron fin las fuertes precipitaciones de las últimas semanas, «se continuó evacuando el caudal ecológico establecido, gracias a las reservas de agua existentes en el embalse». Esa garantía, añaden en la empresa hidroeléctrica, «permite recordar el importante papel que juegan los embalses en la regulación de los ríos, tanto como reserva estratégica para la garantía de usos ambientales y energéticos, como de efecto laminador y resguardo de seguridad y protección ante inundaciones en los episodios de avenidas que se han dado otros años».

Unión Fenosa subraya, además, el valor de las actuaciones de ahorro de agua: «En los meses de sequía, el llenado del embalse no se logró por las lluvias entrantes, sino por no haber consumido el agua almacenada, por los esfuerzos por ahorrar agua».

La crecida del río Corzán permite disfrutar de nuevo de la fervenza de Barbazán

Los municipios de la fachada atlántica fueron los que más padecieron las abundantes precipitaciones de la semana pasada, hasta el punto de que el viernes algunos ríos llegaron a desbordarse de su cauce, mientras las grandes presas como Portodemouros, en el Ulla, y Barrié de la Maza, en el Tambre, no daban abasto a embalsar agua. Pero este episodio también deja bellas estampas, como la del embravecido río Corzán, cuyas aguas se precipitan por una fuerte pendiente hacia el Tambre en la fervenza de Barbazán, en Negreira, donde los lugareños urgen una limpieza de árboles. O el incomparable marco natural de la fervenza de Castriz, en el río Mira.

El embalse Barrié de la Maza, entre Brión y Negreira, fue el único de la cuenca Galicia-Costa que a comienzos de la semana pasada había bajado su caudal, en dos hectómetros cúbicos, pero situándose al 74 % de capacidad con 23 hectómetros. Por su parte, el embalse de Fervenza, en el río Xallas, se hallaba al 65 %.

Por otra parte, Fenosa anuncia que mañana y el jueves, entre las 9.00 y las 18.00 horas, sonarán las sirenas en las proximidades de las presas de Vilagudín y San Cosmade por unas pruebas.