El sintecho que recibió una orden de alejamiento de Cervantes por alterar la convivencia deja Santiago
SANTIAGO CIUDAD
Vecinos de la zona de Fonseca mantienen sus quejas por la presencia de un grupo de personas que pernoctan y pasan el día en los soportales de Correos
05 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El hombre sintecho que alteró la convivencia en la plaza de Cervantes, y que provocó que vecinos y comerciantes recogieran firmas para que el Ayuntamiento de Santiago buscará una solución para devolver la tranquilidad a la zona, ya no está en Santiago. Fuentes municipales confirmaron que ha dejado la ciudad, pero no precisaron su destino.
El hombre, que se paseaba desnudo o semitapado con una manta por Cervantes y defecaba en cualquier lugar, recibió una orden de alejamiento de 100 metros de dos de los establecimientos de la plaza, concretamente, la Fundación Abanca y la cafetería Gramola. Esta medida hizo que inicialmente se desplaza unos metros más abajo, hacia la rúa Preguntoiro. Posteriormente se cobijó durante un par de días en los soportales de la rúa San Bieito, junto a un pub primero y después delante de un hotel. Allí solo permaneció un par de días, que fueron suficientes para que en los locales de la zona ya se plantearan iniciar acciones legales para pedir una orden de alejamiento que finalmente no fue necesaria. Su marcha ha sido acogida con alivio entre los vecinos y comerciantes del casco histórico, que habían pedido la intervención del Concello en reiteradas ocasiones. Algunas fuentes apuntan a que el hombre pudo regresar a su comunidad de origen, en el sur de la península.
Frente a la sensación de alivio que se vive en Cervantes y San Bieito, en la zona de Fonseca se mantiene la crispación por la concentración de personas sin hogar que siguen durmiendo y que permanecen durante el día en los soportales del edificio de Correos. Los vecinos insisten en demandar medidas para que estas personas abandonen el lugar, donde acumulan cajas de cartón, colchones, mantas, maletas y un sinfín de enseres de todo tipo. Denuncian que no solo duermen y comen allí, sino que en ocasiones se les ve haciendo comida, lo que conlleva un riesgo de incendio. Desde la Asociación de Veciños Fonseca también apuntan que, en ocasiones, se aprecian movimientos que indican que se está consumiendo drogas en ese punto. Correos solicitó autorización al Concello de Santiago para cerrar ese espacio, al estar considerado de uso privado.