Ellos se han propuesto llevar el auténtico sabor de la aldea a las fiestas, verbenas y festivales de toda Galicia

SANTIAGO CIUDAD

Chichalovers ya tiene su propia food truck para poder disfrutar sus bocatas de chicharrones y chorizo fuera de Santiago
02 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Comenzaron conquistando Santiago, desde un pequeño establecimiento de take away en la Porta do Camiño, y ahora en Chichalovers se han propuesto llevar el auténtico sabor de la aldea a las fiestas, verbenas, ferias y festivales de toda Galicia. Para ello han puesto ruedas a su negocio y acaban de estrenar una food truck que llama la atención allá por donde va. Con una estética que recuerda a un furgón blindado a unos y a un camión de los helados a otros, este vehículo de 16 metros cuadrados permite «facer chegar unha proposta de calidade, que se afasta do fast food, das salchipapas, pizzas e hamburguesas que tanto abundan hoxe nas festas, para ofrecer un produto moi noso e moi rico, reconvertido nalgo moderno e divertido».
Así lo explican Graciela Castro y Darío Capelo, quienes aseguran que los festivales ya llamaron a sus puertas nada más inaugurar su tienda en la rúa de Aller Ulloa: «A la semana de abrir las puertas ya estábamos en el festival Acento, de la SGAE. También fuimos a los conciertos de Atardeceres no Gaiás para ver cómo funcionaba este mundo de la venta ambulante de alimentación, con la idea de formar parte este año de las celebraciones del verano. Somos grandes amantes de la música y, por supuesto, de la verbena, como buenos gallegos. Es algo que conecta mucho con nuestra filosofía de negocio. El siguiente paso fue hacernos con una jaima personalizada y un carrito de helados que, en nuestro caso, era de chicharrones, para hacer cáterings. Y este año ya nos empezaron a llamar para distintos eventos y decidimos comprar la food truck por comodidad».
El viernes pasado fue la puesta de largo de su Chichamóvil, en una boda en A Pobra do Caramiñal. «Pasounos unha anécdota. Levabamos un coche escoba e paramos na Cidade da Cultura para pasar material dun vehículo a outro. Estabamos alí parados e veu unha señora directa a preguntarnos se facíamos eventos privados... de aí saíunos outra voda para setembro», relata divertida Graciela. Antes de ello sus elaboraciones, con el chorizo y chicharrones de elaboración propia como grandes protagonistas, estarán también en la Rapa das Bestas, la Medieval de Noia o en el Festival de la Luz de Boimorto, entre otras muchas citas. «Temos unha axenda bastante candente este verán», constata una pareja de emprendedores para la que Chichalovers «é coma o noso fillo, o primeiro».
Además de Graciela y Darío, a bordo de su food truck suele ir también Greta (responsable de eventos) y una cuarta persona de apoyo. En ella ofrecen una carta reducida, adaptada a la demanda del evento en cuestión: «Nas vodas damos a escoller os bocatas que prefiran e poñemos táboas co noso chouriciño, queixos do país, unhas empanadas... segundo prefiran». Y, en el caso de los festivales, ofrecen sus dos bocadillos estrella (el Ghastas Pista, una burger de brioche con chicharrones, salsa ahumada y queso San Simón; y el Arredemo!, de chicharrones con salsa chiplote picante y pepinillos agridulces en brioche), además de su bocata vegetariano (emulsión de tomate, burrata, rúcula y cebolla encurtida en pan del país).
Darío y Graciela compaginan este proyecto hostelero con sus respectivas empresas. Ella sigue al frente de ONyVÁ, dedicada a la organización de eventos, una experiencia que «me permite levar con máis filosofía os eventos na food truck e desfrutalos máis, dende a bagaxe que teño xa detrás». Y él sigue en el negocio familiar cárnico, A dos Capelo. Juntos han logrado ganarse a un público muy heterogéneo con Chichalovers, constatan: «Véñennos dende rapaciños que nos viron nos partidos do Obra ata persoas maiores. Hai un home duns oitenta e pico que ten a súa tarxeta de selos do take away e non nos perdoa un selo e visítannos tamén moitas señoras que veñen a polas súas bandexiñas de rixóns».