
Reconoce la trayectoria de Xavier Mouriño, con toda una vida dedicada a la enseñanza en el Rosalía de Castro, y recuerda al hermano Mariano
15 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Santiago homenajeó ayer a sus educadores, con dos actos en centros de enseñanza de la ciudad. Xavier Mouriño estuvo arropado por unos dos centenares de compañeros y amigos en la que fue su casa durante más de cuatro décadas, el instituto Rosalía de Castro. El docente, nacido en Agolada, llegó para dar clase de gallego recién licenciado, con 22 años, en 1982, y tras dos cursos fuera, volvió con la oposición ya sacada y no dejó nunca más el emblemático centro compostelano, que por aquel entonces era todavía exclusivamente femenino. Mouriño se jubilaba el pasado verano, dejando un cargo de director al que había accedido en el 2018.
Pero antes, mucho antes, ya que se había incorporado al equipo directivo del Rosalía de Castro, destacando que siempre vio en él y en el claustro «unha maneira de traballar e unha ilusión polo ensino público de calidade que favorecía que aquí se fixesen tantas cousas, e ben», declaraba al jubilarse, destacando además el carisma de su antecesor en la dirección, Ubaldo Rueda.

Por su parte, el Concello de Santiago homenajeó al hermano Mariano, durante décadas maestro de La Salle en la ciudad y que «deixou unha profunda pegada nas xeracións que pasaron polas súas aulas». El homenaje se materializó con la instalación de una placa conmemorativa en la Escuela de la Inmaculada, que este año cumple un siglo de historia, como símbolo de gratitud colectiva y de memoria compartida. Fue un acto celebrado en la tarde de ayer al que junto con la alcaldesa Goretti Sanmartín y ediles compostelanos, asistieron representantes de la comunidad educativa y de la ciudadanía.