Rescates en ascensores e inundaciones mantuvieron en alerta a los Bomberos de Santiago: «Venían a avisarnos en persona al parque al no haber teléfono»

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Una dotación de Bomberos de Santiago durante una actuación en Fonseca en pleno apagón
Una dotación de Bomberos de Santiago durante una actuación en Fonseca en pleno apagón PACO RODRÍGUEZ

Locales de la zona vieja que necesitan bombear agua tuvieron problemas durante el apagón

29 abr 2025 . Actualizado a las 12:55 h.

Diecisiete horas son muchas horas sin luz. Y no solo sin luz, también sin datos móviles ni teléfono, una situación que complicó muchísimo el trabajo a la dotación de los Bomberos de Santiago, que permaneció en máxima alerta durante el apagón. La mayor parte de las incidencias que tuvieron que atender fueron rescates de personas que se quedaron atrapadas en el ascensor e inundaciones en locales, sobre todo de la zona vieja, que como les nace agua en los garajes y sótanos necesitan bombearla permanentemente y, al no haber suministro eléctrico durante tanto tiempo, se acumuló. Los servicios de emergencia acudieron con sus propias bombas y generadores para solventar la situación.

Lo que más impresionó a los bomberos compostelanos fue el hecho insólito de que, al no funcionar ni los servicios de mensajería ni las comunicaciones telefónicas, los vecinos que necesitan su ayuda acudían en persona al parque de la avenida Rodríguez de Viguri para pedirles que acudieran a los lugares en los que había problemas.

En cuanto a las inundaciones, se produjeron incidencias en las zonas de A Raíña, el Franco y también cerca del polígono del Tambre. Las personas atrapadas en ascensores estuvieron repartidas por toda la ciudad. Fueron aquellas que tuvieron la mala suerte de estar utilizándolos justo cuando a las 12.30 horas se cortó el suministro eléctrico. Estas actuaciones se prolongaron hasta primera hora de la tarde y ninguna se complicó en exceso, aunque los Bomberos de Santiago tuvieron que asumirlas ellos mismos porque era imposible contactar con los técnicos de las compañías de los elevadores al no funcionar los teléfonos.

Una vez más, los bomberos compostelanos dieron buena muestra de su pericia y temple. Los rescates más complejos fueron aquellos en los que el ascensor se había quedado parado entre dos pisos y la puerta no podía abrirse con las llaves. En esos casos, tuvieron que ir aflojando los motores del elevador poco a poco hasta colocarlos en una posición en la que pudieran acceder al interior del habitáculo.