Hondo pesar en Santiago por el fallecimiento de Jesús Díez, el joven propietario del comercio El buen jamón

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La asociación Compostela Monumental lamenta el deceso del comerciante de la rúa Caldeirería, «al que apreciábamos y admirábamos». El empresario, de 32 años, murió tras el rápido desenlace de una enfermedad

11 mar 2025 . Actualizado a las 21:42 h.

Los comerciantes del casco histórico de Santiago están de luto tras la pérdida, el pasado sábado, y a los 32 años, de Jesús Díez Rodríguez, propietario del establecimiento El buen jamón, situado en el número 31 de la rúa Caldeirería. La asociación Compostela Monumental expresó este lunes su pesar por el deceso -tras el rápido desenlace de una enfermedad- del asociado «al que apreciábamos y admirábamos», y trasladó su pésame y reconocimiento a un empresario muy querido y admirado en la capital gallega. 

«Desde Compostela Monumental queremos mostrar nuestra solidaridad y cariño, en estos momentos tan duros con toda su familia, amigos y clientes. Y principalmente su mujer Laura Rey Padín», destacaban su junta directiva en una nota. 

MARINA FERRADÁS

Jesús Díez gestionaba junto a su pareja el local del casco histórico que este próximo verano cumplirá diez años de vida. Jesús empezó en el local como empleado y en el 2018 pasó a ser «el jefe, aunque muchos piensan que siempre fue el dueño», comentaba Laura en una entrevista realizada en el 2024. Ambos, haciendo memoria, recordaban que los principios habían sido «especialmente duros. Costó posicionarse, pero ahora confían en nosotros».

Mosteiro

La pareja, que tiene una hija, subrayaba que su producto estrella es el embutido ibérico y, en concreto, un jamón «que no tiene competencia». Aunque en su mostrador también despachan otros embutidos y ofrecen aceites de oliva andaluces, navarros y alguno gallego.

En las últimas horas el equipo del Buen Jamón quise rendir un homenaje al que era su dueño: «Así te recordaremos siempre, Jesús: con tu sonrisa, tu pasión y esa energía que contagiaba a todos los que te rodeaban. Buen Jamón no era solo tu proyecto, era tu sueño hecho realidad, y en cada rincón de este lugar seguirá latiendo tu esencia. Nos dejas un vacío enorme, pero también el compromiso de seguir adelante con lo que construiste con tanto esfuerzo y cariño. Gracias por cada momento compartido, por enseñarnos tanto y por ser una inspiración».