Juzgan a un hombre en Santiago que en el lecho de muerte de su hermano entró en su cuenta y se transfirió 45.000 euros

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

En una imagen de archivo, la sala de vistas de la Audiencia Provincial en Santiago
En una imagen de archivo, la sala de vistas de la Audiencia Provincial en Santiago XOÁN A. SOLER

La Fiscalía le pide cuatro años de prisión, 2.650 euros de multa y que devuelva el dinero a los hijos del fallecido, que son sus herederos

10 ene 2025 . Actualizado a las 17:34 h.

Un hombre va a ser juzgado en la sección de la Audiencia Provincial con sede en Santiago acusado de un delito de apropiación indebida por quedarse con un dinero que no era suyo. Así, sin más, el caso sería uno de tantos que se trasiegan en los juzgados, pero la historia es, sin duda, singular. Y es que el procesado se quedó, presuntamente, con 45.000 euros que tenía su hermano moribundo y que iban a ser de sus sobrinos cuando falleciese. Pero lo más sorprendente es cómo los euros viajaron de una cuenta bancaria a la otra.

Los hechos se produjeron el 6 de junio del 2022, a las 19.57 horas. El acusado se encontraba en la casa de su hermano en Bertamiráns (Ames), que estaba en su lecho de muerte. Ambos mantenían una estrecha relación. Según el escrito de acusación, tanta era la confianza, que el moribundo le había confiado las claves de la aplicación del banco, por lo que podía manejarla desde el móvil. Así, relata el fiscal, aprovechando el estado terminal de su hermano, entró en su cuenta corriente y se transfirió 15.000 euros.

Esa no fue la única operación, ya que programó otros dos traspasos por otros 15.000 euros cada uno para el día siguiente. Esos otros 30.000 euros llegaron a la cuenta del acusado a las 4.36 horas del 7 de junio del 2022, cuando ya se había certificado el fallecimiento de su hermano, que murió  a las 3.37 horas del día anterior. De esta manera, señala el ministerio público, el procesado logró «apoderarse de la cantidad de 45.000 euros en perjuicio de los herederos del finado», que reclaman por estos hechos.

Para la Fiscalía, la conducta del acusado es constitutiva de un delito de estafa con abuso de confianza y pide para él una pena de cuatro años de cárcel, multa de un año con cuota diaria de diez euros, lo que suma 2.650 euros, y que indemnice a sus sobrinos devolviéndoles los 45.000 euros de los que presuntamente se apropió, cantidad a la que ahora habrá que sumar los intereses legales generados.