El vigilante del mercado de Santiago exculpa a uno de los detenidos al desvincularlo de la pelea que mató al carnicero
SANTIAGO CIUDAD
El italiano arrestado quedó en libertad cuando se comprobó que estaba en un pub tomando algo cuando se produjeron los hechos
14 nov 2024 . Actualizado a las 13:38 h.La Policía Nacional informó de la detención de tres hombres por la agresión que acabó con la vida del carnicero de la Praza de Abastos de Santiago Antonio Costa Martínez, de 59 años de edad. Sin embargo, uno de ellos quedó en libertad tras prestar declaración en la comisaría. Se trata de un hombre de 30 años de edad y nacionalidad italiana que fue señalado por uno de los dos venezolanos arrestados pero que, gracias a las cámaras de seguridad de un pub, quedó demostrado que en el momento en el que se produjeron los hechos estaba tomando algo en ese local lejos del lugar del suceso y que no tuvo nada que ver con lo ocurrido. Dieron su nombre por un error debido a que esa noche había coincidido con ellos.
Aunque la Jefatura Superior de Policía no lo confirma porque las investigaciones están aún abiertas, es posible que en realidad fueran cuatro los afectados por estos hechos y que hubiera un arresto del que no se dio información oficial porque, además del italiano que ha quedado libre de toda sospecha, el testimonio ofrecido por el vigilante de seguridad del mercado compostelano exculpa a uno de los venezolanos implicados en el incidente que acabó con la vida del propietario del puesto Chelo & Muñico a causa de un fuerte traumatismo en la cabeza.
El vigilante declaró ante la Policía Nacional a primera hora de la mañana del martes, nada más suceder los hechos, y en todo momento habló de solo dos agresores y no tres. Dijo que uno de los presentes en el momento de la agresión no propinó ningún golpe al carnicero. Por tanto, o solo uno participó activamente en la pelea o hubo cuatro arrestos y dos de ellos, un venezolano y el italiano, están ya en libertad.
El guardia de seguridad de la Praza también resultó lesionado en el altercado cuando intentó evitar la agresión al carnicero. Tuvo que ir al hospital para hacerse una radiografía y recibir atención, pero sobre todo porque estaba en estado de shock y con mucha ansiedad por lo sucedido. Recibió el alta y a mediodía ya pudo regresar a su casa.
La Policía Judicial de la comisaría compostelana está trabajando intensamente en las diligencias con la vista puesta en que el jueves los detenidos puedan pasar a disposición judicial y prestar declaración en el juzgado. El caso ha recaído en Instrucción 1 de Santiago, cuya titular es la magistrada Ana López-Suevos.
Aún faltan por esclarecer detalles, pero poco a poco se va cerrando el círculo que permite determinar qué sucedió el martes en la Praza de Abastos de Santiago. La víctima, Antonio Costa, llegó como todos los días muy temprano al mercado para dirigirse a su puesto, uno de los más conocidos del recinto. A las 4.36 horas llamó al vigilante de seguridad para que le abriera la puerta. En ese momento, los sospechosos iniciaron una discusión con el carnicero porque les recriminó que uno de ellos estuviese orinando en la calle. El enfrentamiento subió de tono y, en un momento dado, el fallecido fue a su tienda para coger un palo de escoba metálico que siempre guardaba por si tenía que defenderse. Fue una decisión fatal, porque proporcionó a su agresor el arma con la que le golpeó en la cabeza.
Uno de los detenidos arrebató el palo a Antonio Costa y le pegó con él en la cabeza, lo que provocó que cayera al suelo y quedara allí muerto, a pocos metros de la puerta de entrada a la Praza por la rúa das Ameas, ya dentro del interior del recinto y muy cerca del puesto de carne en el que trabajaba. El vigilante no pudo hacer nada, pese a que intentó evitar la agresión. Fue él quien, a las 4.43 horas, llamó al 061 para pedir asistencia médica, pero cuando llegaron los sanitarios la víctima ya había fallecido. Todo ocurrió muy rápido, en siete minutos fatales.
Tendrá que ser la autopsia, cuando esté elaborado el informe definitivo, la que aclare un aspecto que es fundamental en la investigación. ¿Qué golpe mató a Antonio Costa? ¿Fue uno de los palazos en la cabeza o el impacto que recibió en el cráneo al chocar contra el suelo? El avance que ha hecho el forense no aclara este aspecto por el momento. Es más, se han encargado estudios específicos para determinarlo, dado que ese dato es muy importante a la hora de calificar los hechos bien como un homicidio involuntario o uno doloso. Y la diferencia en la posible pena de cárcel es considerable, ya que el primero está castigado con un máximo de cuatro años de prisión, por los quince del segundo.
Los detenidos habían estado esa noche bebiendo en los pubs del centro de Santiago y todo apunta a que estaban muy borrachos cuando protagonizaron la agresión mortal, algo que también pudo tener una relación directa con el trágico resultado de la discusión y la pelea.
Los comerciantes de la Praza de Abastos despiden a su compañero
La Praza de Abastos de Santiago está de luto por la trágica muerte de su compañero muerto de forma tan trágica por una agresión. Antonio Costa Martínez era uno de los placeros más veteranos, ya que llevaba 25 al frente de su puesto de carne, Chelo & Muñico, que fundó su madre hace 73. Si el martes algunos optaron por echar el cierre en señal de duelo y casi todos los locales colgaron lazos negros, ayer fueron muchos los que quisieron asistir al funeral y entierro del fallecido, que se celebró en el cementerio municipal de Boisaca.
Por la mañana, el puesto de carne de Antonio Costa se llenó de flores y las escenas de dolor y tristeza fueron unánimes en el sepelio. El carnicero era una persona muy querida entre los comerciantes del mercado compostelano. Todos le califican como un hombre bueno, generoso y que siempre se mostraba dispuesto a colaborar o a echar una mano al colectivo.
Al frente de su popular negocio, que servía a muchos cocineros gallegos de prestigio y que recibió visitas de chefs famosos como Karlos Arguiñano o Jose Andrés, se quedará ahora la hija de Antonio, Gloria Costa, que empezó a trabajar con su padre en el 2012, en un momento en el que el negocio se expandió para ocupar un total de nueve puestos.