El conductor que circula por Santiago con un Ford A de los años 30
SANTIAGO CIUDAD
Abelardo Martínez utiliza con frecuencia su original descapotable para desplazarse desde su casa en Lavacolla a la ciudad
16 nov 2024 . Actualizado a las 22:57 h.Abelardo Martínez es vecino de Lavacolla. 89 años y «camionero de toda la vida», se presenta. Desde que llevaba leche condensada de la fábrica de Nestlé de Pontecesures a Andalucía hace más de medio siglo hasta sus últimos años como transportista en Finsa, este profesional del volante mantiene viva su afición por los coches. Y aunque en su garaje tiene un Mercedes de 300 caballos, son muchos los días de sol en que se desplaza desde su casa a Santiago en un vehículo muy especial: un Ford A Cabriolet que suma prácticamente sus mismos años, y que despierta la curiosidad de quien pasa a su lado. Mientras Martínez se toma un café en la rúa Concheiros, hasta el histórico Ford cruzan un par de peregrinos, un padre fotografía a su hija que viene del colegio e incluso se gira un teléfono en medio de una videollamada para enseñar el coche aparcado en la calle. Nadie se queda indiferente ante el imponente cromado frontal y unos pasos de rueda inmensos que se prolongan hasta los estribos laterales.
«Hace unos 20 años que lo tengo. Vino de Cataluña, de una feria en Barcelona. Era un coche que me gustaba y lo encontré allí. Tiene sobre 45 caballos, pero tiene fuerza. Metes cuarta y de aquí a Lavacolla va seguido, sube San Marcos en cuarta sin problema». Como profesional del volante que fue, tiene claro hasta el consumo: «Sobre 13 o 14 litros en carretera. Pero tengo también un Jaguar descapotable de 1938, que compré en Nueva York, que anda sobre un 20: son 6 cilindros y 145 caballos», explica. El mantenimiento de estos vehículos históricos lo hace en el taller del especialista Juan Lumbreras. El Ford no le ha dado problemas serios («si hacen falta piezas las encuentras en la casa en Estados Unidos»), al contrario que el Jaguar, al que rompió el motor hace tres años «y hubo que buscar el bloque, árbol de levas y culatas entre Rumanía y Polonia».
¿Y no tiene miedo de circular con un coche tan antiguo entre el tráfico de Santiago? «No, no, nunca le di un golpe a nadie. Eso sí, alguna vez me dieron», pero nada grave. Así que lo disfruta con frecuencia, hasta que llega el mal tiempo y al descapotable le toca hibernar. No piensa deshacerse de él, «aunque en casa no me lo quieren mucho. No quieren que siga conduciendo. Pero yo conduje toda la vida ...», lanza entre unas risas que dejan ver claramente que el Ford A, el Jaguar y el Mercedes seguirán rodando a manos de este hombre nacido en Touro, que vivió en Concheiros y que ahora reside en Lavacolla. Porque manejar un coche de casi un siglo requiere de experiencia: para el cambio de marchas hace doble embrague «y hay que estar práctico con eso», los frenos son de tambor y todo es a la antigua usanza. De las ruedas de radios a unos neumáticos poco más anchos que los de una mountain bike. Es el encanto de viajar en un coche que se puso a la venta hace casi un siglo, en el año 1927. Y que sigue circulando por las calles de Santiago.
La ciudad registra solo 68 vehículos históricos, pero 8.410 superan los 25 años de antigüedad
El Ford de Abelardo Martínez está registrado como vehículo histórico. En Santiago son únicamente 68 vehículos los que figuran con esta categoría en este 2024 en un censo municipal que alcanza un total de 69.600 unidades, tras incrementarse en 664 el último año. Esa exigua cifra no significa que el parque automovilístico de la ciudad sea joven. Todo lo contrario: el 12 % de los coches están por encima de los 25 años, y la cifra se incrementó en el último ejercicio un 6,7 %. Esas 8.410 unidades están bonificadas en el impuesto municipal de vehículos, por lo que las arcas de Santiago dejarán de ingresar este año 695.573 euros.
Nuevo marco legislativo
La cifra de vehículos históricos podría verse incrementada en los próximos años, tras el reciente cambio legislativo que facilita enormemente su declaración como tales y reduce drásticamente el coste de hacerlo. Ahora, para los coches que superen los 30 años de antigüedad, tengan la ITV en vigor y se encuentren en estado original (sin modificaciones en motor, frenos, dirección, suspensión o carrocería) se puede solicitar su condición de histórico en la web de Tráfico mediante el abono de una tasa de cerca de 21 euros, una declaración responsable y la remisión de fotografías del frontal, trasera y laterales del vehículo. Entre las ventajas figuran menos visitas a la ITV: con menos de 40 años, es bianual; de 40 a 45, cada tres años; y con más de 45, cada cuatro. Eso, a costa de permitirles una circulación ocasional, que no podrá exceder los 96 días al año.
Son condiciones para los mayores de un parque de coches que, según Tráfico, alcanzó los 12,27 años de media el pasado año 2023.