La peluquera «mágica» de Santiago que triunfa en Instagram: «Ser madre me dio ganas de emprender, empecé con un maletín de casa en casa y cuando estaba en mi mejor momento... ¡bum!»

SANTIAGO CIUDAD

Bárbara Fernandes abrió la Peluquería Mágica de Santiago tras triunfar en las redes con sus vídeos y consejos de belleza.
Bárbara Fernandes abrió la Peluquería Mágica de Santiago tras triunfar en las redes con sus vídeos y consejos de belleza. XOAN A. SOLER

Bárbara, con lluvia de seguidoras en redes sociales, llegó de Brasil por amor y ha sobrevivido al éxito, que no es un camino de rosas. «Entre errores y aciertos, van cuatro años como empresaria. Y en este tiempo mi baby me enseñó a tener mucha resiliencia», cuenta

06 nov 2024 . Actualizado a las 23:17 h.

El moreno iluminado, el tono que brilla en su Instagram al ritmo de Million Dollar Baby, es el color de esta temporada. Y uno de los colores de la vida de Bárbara Fernandes (São Paulo, 1994), que se trajo la magia de Brasil a Compostela siguiendo la voz del corazón, con el maletín de peluquera en la mano. Por amor llegó a Galicia esta maga capilar a la que la vida le vino al pelo con oportunidades para «salir adelante en esta bonita profesión», que le dio el pan y algún quebradero de cabeza.

Con los recursos económicos justos y «escasa condición financiera», Bárbara aprendió a cuidarse y arreglarse en casa con su madre, cuando aún vivía en Brasil, donde llegó a trabajar, por azares curiosos de la vida, con «los mejores peluqueros del país», lo que le abrió las puertas a la participación en eventos y editoriales de belleza, y le descubrió que despuntar en peluquería es más que dominar la técnica.

Estaba aún en bachillerato cuando, a los 17, una amiga de la familia le pidió que le echara una mano en su peluquería. «De un mes para ayudarla a atender las llamadas la cosa pasó a tres meses trabajando. Aprendí a lavar, peinar, aplicar el color, organizar y limpiar», resume la peluquera.

EL REENCUENTRO

Mayo del 2015 llegó como agua de mayo para Bárbara, que vivió un reencuentro con un viejo amigo, Gustavo, también brasileño, que llevaba unos años viviendo en Galicia. Él fue a pasar sus vacaciones a Brasil, se volvieron a encontrar y caminaron hasta hoy juntos. Cuando él debía volar de vuelta a Galicia, el amor se puso al volante y los trajo a los dos, y en enero del 2016 sonaron badaladas de boda en la ciudad del Apóstol. Tras aterrizar en Compostela, Bárbara ganó formación y experiencia en la firma Llongueras, estuvo empleada en distintas peluquerías, y tuvo a su hija, Bella, unos meses antes de que entrase el 2020 con la pandemia y sus toques de queda. El parón favoreció en cierto modo los ritmos maternales y estos despertaron un hambre de emprendimiento. «Ser madre me dio ganas de emprender. No sé, me cambió el chip, pensé: ‘Tengo que cambiar la vida’», cuenta quien vivió la llegada de Bella como pan de azúcar. «Vino la pandemia, me quedé parada y al poco tiempo me lancé a emprender», dice Bárbara, que vivió cómo «todo el estrés, dudas y miedos se convirtieron en fuerza» el primer año de vida de su pequeña «maestra».

Durante la pandemia, la brasileña que adora (asegura) la chuvia vio crecer su oficio en redes «cada día más». «Empecé a divulgar en las redes sociales vídeos personales del día a día y de mis experiencias como peluquera. Y empecé también a recibir mensajes con dudas de la gente o con cómo podría ayudar sin necesidad de salir de casa», cuenta.

Cuando se relajaron las medidas anticovid, Bárbara comenzó a desplazarse por domicilios: «Iba por las casas de Santiago con un maletín de mago, con unos maletines que se parecen mucho al típico maletín de mago», aclara. ¿Y qué había dentro de ese maletín? «Productos de calidad, tijeras, color, técnica, un poco de talento...». Con eso y sus manos le bastaba para hacer magia en el pelo de las clientas.

Su tijera y su pop para el color y el corte fueron ganando seguidoras y, apoyada por las publicaciones que iba haciendo en su cuenta de Instagram, la fama costó poco, creció más rápidamente que su hija. «¡Cuando me quise dar cuenta, tenía la agenda llena!», comenta Bárbara, que enseguida pensó que «necesitaba un local». Y en octubre del 2020 la magia y el trabajo inauguraron la Peluquería Mágica en Bertamiráns. Después de año y medio, Bárbara se mudó al centro de Santiago.

¿Cuál fue el ingrediente del éxito? «Yo creo que llegar con otro estilo, otra forma de atención al público, más cercana. Y, claro, ¡después de la pandemia la gente quería hablar un montón! Supongo que fue una combinación de todo: otro estilo, hablar, que te dejen guapa», cuenta quien advierte que hay que ver «a quién tienes delante, conocer sus gustos, para acertar».

El oficio, dice, tiene «un toque psicológico» que puede favorecer o empeorar la autoestima. Sea peluquero o terapeuta, hay que saber en qué manos deja una su cabeza. Seguro que algo así dijo Nora Ephron. «Se comparten muchas cosas de la vida con la peluquera. ‘Estoy embarazada’, ‘me voy a casar’, ‘me estoy divorciando’... Todo lo compartes con la peluquera si es de confianza», señala Bárbara, que admite que muchas veces se cuentan cosas que no se querían contar, pero se las lleva el agua en el lavacabezas.

CORTO Y CAMBIO... DE VIDA

¿Un corte de pelo o un cambio radical de look es el principio de un cambio de vida? ¿O la expresión del deseo de cambiarla? El corte de pelo marca «un cambio en la vida». «Creo que sí, eres madre y te cortas el pelo o estás a punto de divorciarte y cambias de peinado», considera Bárbara.

Ella no le teme al cambio ni a la tijera. Ha dado varios giros importantes en su vida que duran más que una visita larga a la peluquería. «El mismo año del traslado a la Rúa do Hórreo, el 2022, recibí la propuesta de ser embajadora creativa Indola, ¡y, claro, acepté! Mi primera presentación fue en enero del 2023 en el Teatro Goya, de Madrid ante 800 personas. Estaba viviendo mi mejor momento profesional», recuerda. Pero hay que temer, más que el fracaso, el éxito. Porque se puede morir de éxito, dice Bárbara que vio el revés, la otra cara de ese prestigio profesional frenético. «Era mi momento más feliz, yo era lo que pensaba, pero... ¡bum!, empecé con crisis de ansiedad», revela. «La ansiedad fue tan grande que llegué al punto de no querer hacer unas de las cosas que más amo: atender a mis clientes». No había instrumento que hiciera milagros en su maletín de maga.

Fue pedir ayuda y hacer terapia la que la ha ayudado a salir de un sitio al que no sabe bien cómo llegó. «Y empecé a cuidarme para poder cuidar», cuenta. «Es difícil reconocer situaciones de nuestra vida, pero me siento orgullosa. Hoy, gracias a todo lo que he pasado, me siento realizada sabiendo que hay un largo camino y no es de rosas», valora superado el calvario.

Entre «errores y aciertos» ha sumado cuatro años como empresaria. «Y en estos cuatro años nuestro baby me enseñó a tener mucha resiliencia», dice esta profesional al tanto de la última hora en tendencias y técnicas de cuidado capilar.

Galicia es, ocho años después de su mudanza de país, un hogar para esta brasileña que cuando ve llover piensa: «Me gusta. Dicen: ‘¡Qué día más malo’, y a mí me gusta. A veces bromeo diciendo que soy una ‘brasileña de mentira’. Me gusta la gente de aquí, creo que enseguida me adapté y la gente de aquí enseguida se adaptó a mí», se ríe.

«No solo los baños de agua caliente perjudican la salud del cabello, también la falta de sueño»

El «se chove, que chova!» y el «malo será» son frases que cuadran con la filosofía de encaje de la vida de la «peluquera mágica» que ha sobrevivido al éxito, conservando el amor que la trajo a Galicia y haciendo amistad con algunas de sus clientas. «Una me invitó a su boda. Yo me quedé cortada, y ella me dijo: ‘Bárbara, compartimos tantas cosas...’», revela.

Un 4, 9 sobre 5 se lleva su peluquería de sus clientes y clientas. Hoy Bárbara atiende sola la Peluquería Mágica, con vistas a contratar a alguien. «Pero soy muy exigente», explica.

Ojo a la caída capilar en otoño. «La grasa y una aplicación excesiva de productos químicos pueden provocar la caída del cabello. Las estaciones frías también suelen darle un ‘pequeño empujón’ a este problema. No solo los baños de agua caliente perjudican la salud del cabello, también la falta de sueño, la descamación y la grasa», dice la madre emprendedora que nos revela la tendencia de esta temporada: el moreno iluminado es, junto a los cobres, el color estrella. Tiene su magia...

Consejos capilares de la «peluquera mágica»

Con el otoño caen las hojas... y el pelo. «La grasa y la aplicación excesiva de productos químicos pueden provocar la caída del cabello en esta época. Para quien no lo sepa, las estaciones frías aumentan este problema», señala Bárbara Fernandes, que dice que el agua caliente perjudica la salud del cabello, como la falta de sueño, la descamación y la grasa. «Para quien tienen la costumbre de lavarse el cabello antes de irse a dormir, el secador de pelo es la opción más viable, ya que dormir con el cabello mojado provoca enfermedades, como la dermatitis seborreica, más conocida como caspa.

Ojo a la falta de vitamina D, que está asociada con la caída del cabello, según la profesional. «Una cantidad insuficiente de sustancia puede provocar la caída. El ciclo folicular, que es el ciclo del cabello, tiene que durar de dos a ocho años. Sin embargo, el tiempo se reduce si la vitamina D es baja. Las reservas de hierro en el cuerpo y la ferritina inferior a la ideal también causan problemas capilares», advierte. 

El moreno iluminado, el color estrella de la temporada. Este tono es, junto a los cobrizos, el color que triunfa en este momento, según la dueña de Peluquería Mágica.

Olvida el "no poo". La moda de no usar champú para evitar la sequedad y el encrespamiento no va con el criterio de esta profesional, que aconsejo usar «champú y acondicionador todos los días que se lave el pelo (siempre aplicando el acondicionador, de medios a puntas), y una vez a la semana, mascarilla».

El enjuague importa. Enjuagar bien con agua para eliminar los restos de producto (con el que debe insistirse en la raíz) es una parte esencial de la rutina de lavar el cabello. Un consejo: hacer ligeros masajes con movimientos circulares por la parte superior de la cabeza usando la punta de tus  dedos.

No a la toalla en el cabello mucho tiempo, usa la toalla brevemente para eliminar el exceso de agua del pelo al lavarlo y deja que los productos actúen sobre tu cabello según el tiempo indicado en cada caso por el fabricante, recomienda Bárbara Fernandes.