Una enferma de fibromialgia que perdió 26 kilos en cinco meses logra en los tribunales la incapacidad absoluta que le negó la Seguridad Social
SANTIAGO CIUDAD
El TSXG estima que la mujer, cocinera de 59 años, no puede desempeñar ningún trabajo por padecer fatiga crónica y dolor en todas las articulaciones
02 nov 2024 . Actualizado a las 13:41 h.La fibromialgia es una enfermedad poco conocida y menos comprendida. A muchas de las personas que la padecen no les reconocen la gravedad de una dolencia que provoca agotamiento profundo y dolores en las articulaciones que no están causados por alteraciones orgánicas demostrables. Los pacientes son a menudo incomprendidos, como una mujer, cocinera de profesión y que tiene ahora 59 años de edad, a la que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) se negó a concederle la incapacidad permanente absoluta. Ella litigó y ha logrado ese reconocimiento en los tribunales. Primero en el Juzgado de lo Social número 1 de Santiago, que dictó una sentencia a su favor que acaba de ser confirmada en todos sus términos por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
Los síntomas demostrados que padece la trabajadora son muchos y graves. Además de la fibromialgia, que lleva aparejado el síndrome de fatiga crónica y poliartralgias (dolor en todas las articulaciones), tiene dificultad de concentración con pérdidas de memoria y lentitud de pensamiento, bajo estado de ánimo, insomnio, incontinencia emocional, astenia, apatía, cinofilia (tendencia a permanecer en la cama), disminución del apetito y adelgazamiento severo. Tanto, que en solo cinco meses perdió 26 kilos, según acreditó el servicio de Medicina Interna del área sanitaria de Santiago.
En diciembre del 2019 cayó de baja por enfermedad común con el diagnóstico de trastorno depresivo mayor y dos años más tarde el INSS le reconoció la incapacidad permanente total para la profesión habitual, que solo le daba derecho a cobrar una pensión equivalente al 75 % de su base de cotización. Normalmente es del 55 %, pero al tener más de 55 años se incrementa un 20 % más. Sin embargo, ella no aceptó esa resolución y luchó para que le otorgaran la incapacidad absoluta, que implica admitir que no puede desempeñar ningún trabajo y le garantiza un subsidio del 100 % de su base reguladora.
La cuestión era económica, pero también de reconocimiento de la gravedad de una enfermedad no siempre bien comprendida como es la fibromialgia. Por ello, la cocinera presentó demanda contra la Seguridad Social en los tribunales, que le han dado la razón. El INSS, no obstante, aún puede recurrir en casación la decisión del Tribunal Superior gallego.
La Sala de lo Social del TSXG explica en su sentencia que la incapacidad permanente absoluta es aquella que «inhabilita por completo al trabajador para toda profesión u oficio» y recuerda que la jurisprudencia reconoce que «tal grado de incapacidad no solo debe ser reconocido al trabajador que carezca de toda posibilidad física para realizar cualquier quehacer laboral, sino también a aquel que, aun con aptitudes para alguna actividad, no tenga facultades reales para consumar con cierta eficacia las inherentes a una cualquiera de las variadas ocupaciones que ofrece el ámbito laboral».
Una doctrina que, aplicada a este caso concreto, tanto el Juzgado de lo Social compostelano como el TSXG consideraron que incapacita a la mujer enferma de fibromialgia para desarrollar cualquier trabajo porque, entre sus numerosas dolencias, padece depresión mayor crónica, que le impide llevar a cabo una vida normalizada y es, por tanto, incompatible no ya con la profesión de cocinera de la demandante, sino con cualquier empleo.