El delincuente desterrado de Santiago sigue rondando por la casa de su familia en Fontiñas
SANTIAGO CIUDAD
El hombre, que tampoco puede pisar Ames y Teo, fue visto en el barrio compostelano pese a la orden de alejamiento en vigor
18 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Los que conocen un poco a J. J. J. tenían más que claro que este veterano delincuente, con un historial delictivo a sus espaldas que le sitúa entre los más peligrosos de Santiago, no iba a respetar la orden judicial por la que ha sido desterrado de la capital gallega, de Ames y de Teo como medida cautelar en un procedimiento de violencia machista y para proteger a su expareja. Y así ha sido. El mismo día que entró en vigor la obligación de salir de los tres municipios fue visto en la casa de su madre, situada en un bajo de la calle Moscova del barrio de Fontiñas, y la misma situación se ha producido tanto el viernes como el domingo de la semana pasada.
La aparente impunidad con la que se mueve J. J. J. por su barrio contrasta con la orden que ha recibido la Policía Nacional de hacer cumplir ese destierro judicial. La medida fue propuesta por la Fiscalía tras saltarse el delincuente una orden de alejamiento de su expareja, que le denunció por lesiones, amenazas e injurias. La representación legal de la mujer, sin embargo, pidió el ingreso en prisión de este conocido delincuente, pero el juez prefirió optar por la medida que puso el ministerio fiscal sobre la mesa.
Entre los propios policías, que conocen bien las andanzas de J. J. J. porque llevan años lidiando con él, la idea del destierro de Santiago, Ames y Teo les pareció un despropósito. Al igual que la expareja del delincuente, que lleva entrando y saliendo de prisión desde bien joven, hubiesen preferido que entrara en la cárcel porque, como está ocurriendo, estaban seguros de que no iba a respetar la orden de alejamiento de los tres municipios.
J. J. J. salió hace solo unos meses de prisión y no tardó en juntarse con algunos de sus viejos conocidos, entre ellos al hombre vinculado a la ola de simpas —irse sin pagar de un local— que padeció la hostelería compostelana hace un tiempo y que también afectó a los taxistas. Juntos se les vio por los bares y la Policía Nacional les investigó en relación a los billetes falsos de 50 euros que se movieron por la ciudad.
Entre los policías también preocupa que, cuando le sorprendan incumpliendo el destierro, J. J. J. inicie una de las huidas a las que acostumbra en coche —pese a tener retirado el carné conduce— y ponga en peligro la integridad de los viandantes.