Belén hace magia para sanar peregrinos: «Los pies sufren más, pero la mochila hace estragos»
SANTIAGO CIUDAD
La esteticista aplica diversas terapias y tratamientos para «aliviar los excesos» y que puedan tener un «buen camino»
25 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Para hacer el Camino de Santiago y disfrutar plenamente de cada kilómetro no es necesario sufrir y dejarse la salud a cada paso. Uno de los consejos más repetidos es el de hacer caminatas intensas antes de lanzarse a recorrer una media de entre 15 y 20 kilómetros por día. Y una vez en marcha, lo mejor es seguir unos consejos básicos cuando se inicia la ruta, porque ahí puede estar la diferencia entre romper en las primeras etapas o llegar pleno a la Praza do Obradoiro. Si de paso, entre etapa y etapa, se recibe la atención de un experto en masajes y terapias de recuperación, el Camino puede convertirse en la experiencia inolvidable que se busca. La esteticista Belén André Alonso, que colabora con agencias de peregrinos, es conocida en varios albergues, hostales, hoteles y casas rurales del Camino por la magia de sus manos para «aliviar» los efectos de las intensas jornadas de caminatas. Formada en estética en Teis (Vigo), Belén dirige de un centro especializado en la compostelana rúa de Montero Ríos, donde, además de a los clientes compostelanos, recibe a muchos peregrinos que completan el Camino y que, después de un tratamiento al final de alguna de las etapas, «vienen para recibir uno más completo y recuperarse mejor». Belén asegura que comenzó a darse a conocer por casualidad: «Una agencia llamó para preguntar si podía ir a dar un masaje a unos peregrinos, y tras unos vinieron otros». El masaje más frecuente es de pies, «los que más sufren en el Camino», pero también de piernas y de brazos, porque «se resienten los brazos y los hombros después de muchas horas colgando». Uno de sus masajes más demandados, además de reparador de los pies, es el de cervicales, «porque las mochilas hacen estragos». Belén no solo deja actuar su magia para recuperar pies y piernas agotadas: «También les doy consejos para llevar mejor el esfuerzo. Algo que no suele hacerse, y que es importante, es estirar entre etapa y etapa. Y es fundamental hidratar muy bien los pies». Por su manos pasan, sobre todo, personas de entre 40 y 70 años, «y alguno mayor, que también hacen el Camino». Tiene clientes de todas partes, «pero, sobre todo, extranjeros, y este año, muchos norteamericanos». Ahora que el verano encara su recta final, Belén André está viendo incrementarse la demanda de tratamiento de las compostelanas: «Vuelven de la playa y necesitan preparar el cuerpo para el otoño. Es momento de limpiezas de cutis y de hidratar la piel», indica, después de cierto descuido en verano. Eso sí, en sus planes está «seguir acudiendo al Camino». En el futuro quiere dar el salto del Francés, donde ya es conocida, a otros como el Portugués, que cobra fuerza.