La fiebre del bubble tea se instala en Compostela

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Karina y Luis muestran un té de frutas y bubble tea de matcha que ofrecen Bear Bubble Tea, donde también hay bebidas con leche sin lactosa. Aunque todo el equipo, jefes y trabajadores son chinos, hasta este miércoles tuvieron un descuento del 20 % en todas las consumiciones «para celebrar la victoria de España», su segunda tierra.
Karina y Luis muestran un té de frutas y bubble tea de matcha que ofrecen Bear Bubble Tea, donde también hay bebidas con leche sin lactosa. Aunque todo el equipo, jefes y trabajadores son chinos, hasta este miércoles tuvieron un descuento del 20 % en todas las consumiciones «para celebrar la victoria de España», su segunda tierra. MARINA FERRADÁS

El Ensanche ya cuenta con un local especializado en la bebida asiática de moda

19 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Martes, siete y media de la tarde. Una docena de jóvenes —cuatro de ellas de origen asiático— esperan su turno en un nuevo establecimiento de Santiago especializado en una de las bebidas de moda, el bubble tea. En menos de cinco minutos entran también una pareja y una madre con su hijo, en muletas. «¿Tú sabes qué pedir? Yo estoy perdidísimo», le dice a su acompañante uno de los recién llegados mientras repasa la carta de Bear Bubble Tea, emplazado la Rúa Nova de Abaixo, en pleno Ensanche compostelano. Tienen desde una docena y media de bebidas a base de té que se combinan con bolitas de gelatina de sabores (los bubbles: de lichi, maracuyá, coco, flan...) hasta tés con fruta fresca de temporada, entre otras propuestas.

«A los chinos nos gustan mucho los zumos de uva con topping de crema de queso, allí es muy popular. A los clientes de Asia que vienen a la tienda les encanta nuestra Colección de Bear porque tiene té puro que importamos de China, mientras que los españoles piden más bubble tea y les gusta masticar las bolitas que flotan en la bebida», cuenta Karina, una sonriente y amable dependienta que se defiende en español. Al frente del negocio que comercializa una bebida muy extendida en Asia (especialmente en Taiwán y China) está Luis Liu, un emprendedor nacido en el norte de China hace 36 años que lleva los últimos 6 en España. Su socio es su primo, de 40 años, y cuenta con un equipo de empleados formado por compatriotas. Explica que, al no tener experiencia previa en este sector, antes de abrir el establecimiento estuvieron un tiempo investigando y aprendiendo lo necesario sobre la hostelería.

Luis (su nombre español) quería montar un negocio en la ciudad que vivía y como consumidor de bebidas a base de té echaba en falta un producto de calidad: «Los productos que utilizan en la mayor parte de España para el bubble tea son de la última década, pero lo que vendemos aquí es más actual, son las cosas que puedes encontrar en Asia actualmente. Además, importamos desde China directamente las hojas de té, que se preparan en agua caliente y le añades luego otra porción de agua. La calidad del té condiciona mucho el sabor del bubble tea, al igual que la de la leche».

MARINA FERRADÁS

«Nuestro té de frutas también es natural y todos los días compramos género fresco», cuenta Luis a pocos metros de una nevera que hay de cara al público con parte de esa materia prima: melón, piña, kiwis, limas, naranjas... Su público es eminentemente joven. Cuando abrieron, ofrecieron degustaciones gratuitas a pie de calle, cuenta Karina, y comprobaron que muchos jóvenes ya conocían el bubble tea y se alegraban de que abriese una tienda especializada en la ciudad, pero los más mayores «o lo rechazaban directamente o nos preguntaban qué era». «Es normal. Si quieres entrar en un mercado con un producto nuevo tienes que tener mucha paciencia para que la gente te conozca», reflexionan desde Bear Bubble Tea, un negocio que debe su nombre a una historia de infancia de Luis. «En China se suele llamar a los niños que tienen mal temperamento ‘osito' [bear en inglés] y a mí me llamaban así», revela.

Uno de los primeros locales de Santiago que introdujo el bubble tea en la ciudad fue el ya desaparecido Asian Street Food. Tras él, llegaron otros negocios de comida asiática que incluyen entre su carta de comidas y bebidas esta propuesta. Con Bear Bubble Tea se termina de constatar que el fenómeno está plenamente instalado en la capital gallega. Aquí entregan los vasos cerrados herméticamente, con la advertencia en la tapa de que hay que beberlo «en 30 minutos para obtener el mejor sabor». Es necesario agitar el contenido e introducir luego la pajita, que es lo suficientemente ancha como para que se cuelen por ella las burbujas de sabores.