El Concello de Santiago prohíbe cautelarmente durante un año la instalación de nuevos negocios turísticos en el casco histórico

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

En ese plazo acometerá la revisión del planeamiento urbanístico de la zona para preservar el comercio de proximidad

17 jun 2024 . Actualizado a las 20:34 h.

El Concello de Santiago prohibirá desde esta misma semana, y durante un año, la implantación de nuevos negocios turísticos en el casco histórico. Así lo decidió esta mañana la Xunta de Goberno Local, mientras se estudia la modificación del planeamiento urbanístico de ese ámbito con el fin de redefinir una nueva ordenación de usos que «fomente» la protección del comercio de proximidad y, con él, el establecimiento de población en la zona vieja. Con ambos objetivos, el gobierno de la nacionalista Goretti Sanmartín, la coalición BNG-CA, pretende afrontar un estudio que defina cuáles son los ejes comerciales de la ciudad histórica y sus usos para promover el comercio de proximidad, al que han ido sustituyendo iniciativas turísticas, a las que ahora se les ponen veto cautelarmente con esa suspensión de licencias, que afectará también a proyectos de hostelería que pretendan instalarse en bajos donde hasta ahora no se desarrollaba ese uso específico.

La modificación posterior del planeamiento, el Plan Especial del casco histórico, en este caso, decidirá la implantación en adelante de esos usos, en qué condiciones y en qué zonas. Ese es el objetivo de la modificación que Sanmartín anunció esta mañana al hacer balance de su año de gobierno, cuando se cumple justamente un año de su acceso a la alcaldía.

La suspensión afectará a las acciones que requieran licencia o comunicaciones previas para implantar, aunque no afectará a negocios que ya hayan obtenido licencia. Al menos hay un par de casos en dos de las variantes que se restringen ahora y que ya disponen de ella. Esas no se verán afectadas. Lo que se suspenderá exactamente —la prohibición entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de Galicia, lo que se prevé esta semana— es la implantación de nuevos usos residenciales en planta baja donde se viniesen desarrollando otros usos, así como la instalación de nuevos usos y actividades de carácter terciario también en planta baja. 

Pero hay excepciones. Una de ellas es que la prohibición no alcanza a aquellos locales que ya tengan licencia de obra o comunicación previa hábil. Tampoco a los negocios que se pretende proteger, como tiendas de alimentación o productos básicos, de lo que «coñecemos como a cesta da compra», comercio de proximidad (como zapaterías o productos de uso frecuente por los residentes), según expuso el concejal de Urbanismo, Iago Lestegás, ni a comercios de interés sociocultural, entre los que están aquellos que dediquen al menos la mitad de su superficie o de su volumen de venta a productos de artesanía local.

Tampoco afectará la suspensión a actividades dotacionales, como docente, asistencial o institucional, entre otros posibles, ni a oficinas que no tengan carácter turístico, o sea, explica Lestegás, que no sean ni de cambio de moneda, ni consignas automáticas de viaje ni agencias de viaje free tour. Sí quedará prohibida en ese plazo la implantación de nuevos usos de hostelería en locales donde ahora mismo no haya ese uso, aunque esta moratoria no afectará cuando el cambio de actividad o la modificación en sus características afecte a locales existentes de ocio y restauración o el uso que se pretenda se incluya en el grupo I de restauración.