La fibra cubre el casco histórico de Santiago, con 6.600 viviendas y negocios conectados
SANTIAGO CIUDAD

Compostela celebra el despliegue que convierte a la ciudad en pionera
07 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado diciembre concluía en Santiago la ejecución de uno de los proyectos más complejos para su casco histórico: el despliegue de fibra óptica de alta capacidad, un proyecto que ayer se celebró en el salón más noble del Pazo de Raxoi. En el acto participaron representantes del Concello, Consorcio, Patrimonio, Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega) y de la operadora Orange, que asumió el proyecto tras un proceso participativo en el que alguna empresa dijo que era «imposible».
La extensión de la fibra óptica dota de red de alta capacidad a más de 6.600 viviendas y negocios, con la posibilidad de conectarse a cualquier operadora y con el compromiso de que no se pueda instalar más cableado.
Goretti Sanmartín, regidora compostelana y presidenta del Consorcio, destacó en su intervención que el fin del despliegue de la fibra óptica es un éxito compartido por todos los organismos que trabajaron para superar los escollos técnicos y también burocráticos. La alcaldesa reconoció explícitamente el trabajo de los dos regidores que la precedieron, Martiño Noriega, como impulsor del plan, y Xosé Sánchez Bugallo, en cuyo mandato se produjo en buena medida el despliegue de la fibra, condicionado por la pandemia y las restricciones de movilidad.
Sanmartín también señaló que este proyecto es de «vital importancia para asentar poboación e negocios na cidade histórica» y agradeció las facilidades del vecindario, «que abriu os seus fogares e os negocios e puxo enriba da mesa os problemas que había». Además, reconoció el potencial de la colaboración no partidista de entidades públicas y privadas para desarrollar proyectos ambiciosos como este.
Una serie con final feliz
Belén Hernández, gerente del Consorcio, con un discurso menos institucional, resultó muy gráfica a la hora de explicar cómo se desarrolló el proyecto: «Foi como un guión dunha boa serie, pasamos suspense, terror, alegrías, sustos e ao final foi unha serie con final feliz, onde gañamos os bos e xenerosos». Y esta victoria fue posible, añadió, porque «o mérito do Consorcio foi facer moi ben o cásting da serie», con técnicos de Patrimonio y de la Amtega (Axencia para a Modernización Tecnológica de Galicia). Manuel Chaín, representante de Patrimonio, destacó en su intervención que este proyecto cumplió con el objetivo previsto de «preservar o pasado e garantir o futuro». Y Miguel Rodríguez Quelle (Amtega) señaló que el éxito fue el resultado del trabajo de un equipo de expertos que respetaron el carácter patrimonial del casco histórico dotándolo de tecnología de alta calidad y capacidad.

Mil compostelas y 7 nombres para la Praza de Praterías
El acto para celebrar el despliegue de la fibra óptica en el casco histórico permitió conocer numerosas anécdotas que constatan la complejidad del proceso. Todo ello lo simboliza una pequeña caja de color gris que Orange encargó ad hoc para las conexiones en las fachadas y que la operadora ha bautizado como «caja compostela», un guiño a la ciudad y una forma que permitirá recordar que su proyecto fue el primero que se implantó en una zona patrimonial en España y que seguidamente se llevó a cabo en ciudades tan referentes como San Sebastián.
El anecdotario no quedó ahí, ya que Belén Hernández, en cuanto vio una de las mil compostelas que ahora están repartidas por el casco histórico, reconoció que quiso ir a por nota y planteó a la operadora que este soporte pudiese producirse con otros matices de color para mimetizarlo con las distintas tonalidades de la piedra y de las fachadas compostelanas. Una simple inspección visual por el casco viejo confirma que el diseño de la caja es muy discreto, pero su propuesta no cuajó por las dificultades que entrañaba en el material el cambio de tonalidad. Y prueba del trabajo que esconde esta caja es que Nani Fernández, directora de Relaciones Institucionales de Orange, regaló a Goretti Sanmartín, como máxima representante del Concello, una de estas compostelas con un soporte parecido al de una placa conmemorativa.
Batalla con las conducciones
Canalizar la fibra por los lugares más discretos en un espacio declarado Patrimonio de la Humanidad fue otro caballo de batalla una vez que todos los problemas técnicos estaban solucionados. En este sentido, durante toda la presentación sobrevolaron los nombres de Lourdes Pérez Castro, arquitecta del Consorcio, y Javier García Castelo, arquitecto municipal, por su implicación para que las trece fases del plan de fibra óptica, que incluía la conducción de 21 kilómetros de cableado, fuesen posibles.
Rematada la instalación, faltaba una sorpresa mayúscula. «Alguén podía imaxinar que a praza de Praterías tivese ata sete nomes?», se preguntó Belén Hernández durante su discurso. Hacer frente a esta sobredosis de nomenclaturas que salpicó a numerosas plazas y calles del área monumental fue otra odisea, ya que la tecnología para dar las altas del servicio no entendía de nombres. Con la fibra lista, para completar la faena falta retirar todo el cableado que sea posible, una tarea que no formaba parte de este plan.