El portero del pub latino de Santiago contradice a los acusados de asesinar a Gregory: «Solo diré lo que vieron mis ojos»

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

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Víctor (izquierda) y Michael Delgado Olguín entran a la sala de vistas de la Audiencia junto a su abogado, Manuel Ferreiro
Víctor (izquierda) y Michael Delgado Olguín entran a la sala de vistas de la Audiencia junto a su abogado, Manuel Ferreiro Sandra Alonso

Declara en el juicio que las parejas de los hermanos Delgado no presenciaron el inicio de la agresión y que Víctor apuñaló al fallecido mientras Michael lo sujetaba

22 feb 2024 . Actualizado a las 19:26 h.

De los 26 testigos que han pasado por la Audiencia Provincial de Santiago para declarar en el juicio por el crimen de Gregory Furcal, el más esperado era el portero del pub a cuyas puertas fue acuchillado este hombre de 31 años de edad natural de la República Dominicana. Moha, apodo con el que conocen a este gambiano muy querido entre los clientes del local, no solo estuvo toda la noche en el lugar donde se produjo el apuñalamiento mortal, sino que es en principio neutral porque conocía y tenía buena relación con unos y otros. También con los dos hermanos Delgado Olguín, ambos nacidos en Colombia, a los que la Fiscalía y la acusación particular piden 25 años de cárcel por asesinato y cinco por lesiones. Con Víctor se había recortado recientemente la barba (hacía trabajos de peluquería en su piso) y con Michael coincidió en una empresa de construcción.

Lo que el portero ha declarado en el juicio contradice lo que los dos acusados han asegurado y también lo que han dicho los testigos propuestos por la defensa, las parejas de ambos y dos amigos suyos. Ellos cuatro sí corroboraron la versión de los Delgado de que aquel 2 de enero del 2023 habían estado bebiendo y drogándose toda la noche en el pub Tropical y la sala Moon y que solo acudieron a la puerta de La Grandota en dos ocasiones. Una, sobre las tres de la madrugada para que Víctor saludase a su mujer y, otra, poco antes de las siete, cuando el pub de ambiente latino iba a cerrar y antes de que a las 7.10 horas se produjera el incidente en el que Gregory acabó muerto por una herida de arma blanca que le seccionó la arteria y la vena femoral.

Evidentemente, tanto las parejas como los amigos tenían un interés evidente en salvar de una condena grave a los acusados, pero el portero ofreció un testimonio menos condicionado. «Yo solo diré lo que vi con mis ojos», advirtió desde el inicio. Y eso que él vio, y que coincide con otros testimonios oídos en la sala, fue que Víctor y Michael llegaron entre la una y media y las dos de la madrugada a la puerta de La Grandota junto a dos amigos y a sus parejas. Ellas entraron y ellos se quedaron fuera porque tenían prohibida la entrada al local por haber «causado problemas» con anterioridad, según explicó el dueño del pub. Los hermanos, afirmó, se quedaron toda la noche allí en la calle y él mismo estuvo casi todo el tiempo hablando con Víctor, apodado La Bibi. Y en ese momento ya estarían armados, un extremo que apoya la tesis de las acusaciones de que el crimen fue un asesinato (porque hubo premeditación y alevosía) y no la de la defensa, que presenta los hechos como un homicidio involuntario fruto de una pelea que se fue de las manos. Durante todo ese tiempo sus parejas salieron, según el portero, unas dos o tres veces para encontrarse con sus novios, que son además los padres de sus hijos.

Moha también explicó que el incidente tuvo una primera parte que no es la que se ve en el vídeo que recogió por una cámara de seguridad y que en ese momento no grabado Víctor ya le dio a Gregory una primera puñalada mientras su hermano le sujetaba por el cuello desde atrás para inmovilizarlo. Nuevamente, más detalles en favor del asesinato y no del homicidio. En esos instantes, además, dijo que aún no estaban presentes las parejas de los acusados, en contra también de lo que ellas han asegurado bajo juramento.

El portero del local completó su relato explicando que el incidente se inició cuando Gregory salió de La Grandota y algo pasó que le dijo a Víctor Delgado «¿qué pasa, qué problema tienes?», a lo que el acusado respondió en los mismos términos y, de repente, apareció Michael y agarró del cuello al fallecido mientras su hermano le asestaba el primer navajazo. Tras la agresión, añadió, ambos salieron corriendo cogidos de la mano de sus mujeres y él trató de taponar la herida mortal de Gregory con una camiseta durante el tiempo que tardó en llegar la ambulancia.

La pareja del autor de la puñalada mortal niega ser víctima de violencia machista

Otro de los extremos que negó la mujer de Víctor Delgado Olguín fue ser víctima de violencia machista y tampoco reconoció el episodio ocurrido entre septiembre y octubre del 2022 del que han hablado varios testigos y que podría explicar el móvil del crimen. En esa ocasión, la mujer habría sido reprendida con agresividad en el pub latino por el acusado, que la vio allí en compañía de otro hombre y se puso «celoso», según declaró ella misma. Varios testimonios señalaron que él llegó a agarrarla del cuello y a golpearla hasta dejarla ensangrentada y que un grupo de dominicanos salió en su defensa y le dio al procesado una paliza en la calle. Fue ese incidente el que, además, motivó que les prohibiesen la entrada en La Grandota y en los otros dos pubs latinos que tiene el dueño del local.

Según la pareja de Víctor, tan solo discutieron y la sangre que tenía en su cuerpo era en realidad de su marido. Sí admitió que en aquella ocasión le ofrecieron asistencia sanitaria, pero que la rechazó. Aquella paliza podría ser el motivo por el que los hermanos Delgado Olguín atacaron a un dominicano. De hecho, uno de los muchos policías que han declarado en el juicio recalcó que investigó amenazas en redes sociales de los implicados por este motivo. Lo que sigue sin tener explicación es por qué la víctima acabó siendo Gregory Furcal, que no conocía de nada a los hermanos Delgado. Y este extremo lo han corroborado todas las partes.