Las acusaciones tachan de «asesinato salvaje» el crimen de un dominicano en Santiago y la defensa solo ve «una pelea»

SANTIAGO CIUDAD

El vídeo del apuñalamiento que hizo una cámara de vigilancia será la prueba principal del juicio
20 feb 2024 . Actualizado a las 18:48 h.Primera sesión del juicio en la sección compostelana de la Audiencia Provincial por el crimen que le costó la vida a un dominicano de 31 años en Santiago. Gregory, que ha dejado mujer y un bebé de escasos meses, falleció desangrado el 2 de enero del 2023 tras protagonizar un enfrentamiento a la salida del pub de ambiente latino La Grandota, situado en la calle Santiago de Chile. Aquella madrugada, sobre las 7.30 horas, se cruzó con los hermanos Delgado Olguín, Víctor y Michael, de nacionalidad colombiana. Para la Fiscalía y la acusación particular, que ejerce el letrado Alberto Torreiro, la muerte fue un «asesinato salvaje» en el que la víctima, sujetado por uno y acuchillado por el otro, no tuvo ni la menor oportunidad de salvarse. La defensa de los dos acusados, sin embargo, admite la disputa, pero considera que se trató de «una pelea» que acabó mal sin intención.
El juicio se celebrará con jurado popular, por lo que el primer trámite ha sido el de los alegatos iniciales, en los que los abogados exponen cuál será su línea argumental. Para la Fiscalía, Gregory no tuvo ninguna posibilidad de defenderse y, por el uso de un arma blanca, la agresividad mostrada por los acusados y las lesiones causadas, el incidente es un asesinato por el que pide 25 años de prisión a cada uno de ellos, pena a la que hay que sumar otros cinco por lesiones. La fiscala anticipó a los jurados que podrán ver el crimen en imágenes, algo normalmente imposible, y que se les exhibirán pruebas como el arma usada y las prendas ensangrentadas que portaban los hermanos Delgado aquella noche. «Son imágenes duras», advirtió la representante del ministerio público, que insistió en que «no se trató de una pelea de discoteca», sino de un «ataque despiadado» en el que el joven dominicano «no estaba en situación de igualdad» y cuyo fin era «causar la muerte».
En esa misma línea se manifestó el abogado de la acusación particular, que ejerce la viuda de Gregory. El abogado compostelano Alberto Torreiro calificó los hechos como un «asesinato salvaje e indeseable» cuyo objeto era dar «un escarmiento» al grupo de dominicanos por parte de los hermanos colombianos. Dirigiéndose al jurado, cuantificó en siete u ocho las puñaladas recibidas por el fallecido y añadió que los acusados «le estaban esperando en la puerta» del pub La Grandota, así como que en el registro domiciliario que se hizo en la casa de ambos se encontró el arma del crimen y la ropa aún ensangrentada de ambos. «Hubo lucha, pero no hay señales de defensa, porque uno de ellos lo tenía abrazado y eso lo verán en el informe de la autopsia», aseguró el letrado a los miembros del jurado. «Fue un asesinato rastrero y vulgar», añadió.
Para la defensa, como es lógico, los hechos fueron muy distintos de los relatados por las acusaciones. En su alegato, el abogado que representa a los dos hermanos Delgado admitió que se produjo una pelea que se inició antes de que la cámara de vídeo recogiera las famosas imágenes que se van a ver en la vista. Sin embargo, para el letrado, Michael no tuvo más participación en los hechos que recibir una puñalada de un tercero y Víctor sí golpeó a Gregory y la causó tres heridas de arma blanca «no siete ni ocho», puntualizó, «pero ninguna con la intención de causar la muerte». De hecho, resaltó el que la herida mortal fuera en la pierna y no en el cuello o el corazón, puntos más vulnerables. El fallecimiento, en su opinión, se debió a la mala fortuna de que le seccionara la femoral.
La defensa de Víctor y Michael Delgado Olguín también sostendrá que ambos estaban bajo los efectos del alcohol y las drogas. El primero, del MDMA, y el segundo de la cocaína. Algo que, a su juicio, también fue determinante en la trágica resolución que tomó esa pelea a la que él reduce el crimen.
Ese tercero en discordia es Víctor Manuel Roa, dominicano como la víctima y amigo de él. Fue el hombre que intentó auxiliarle aquella noche y, aunque ni la Fiscalía ni la acusación particular le señalan, sí lo hace la defensa de los hermanos Delgado, que le pide nueve años de cárcel y asegura que también iba armado y que fue el que le dio la puñalada a Michael. El ministerio público, sin embargo, asegura que fue su propio hermano Víctor el que, en el ardor de la pelea, le hirió.