«El agua entró por el baño y la rejilla interior»

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Las inundaciones se repitieron en O Franco, Frei Rosendo Salvado, Fontiñas y Pontepedriña, y afectaron a las piscinas de Sar, que abrió a las 7.00 horas después de reparar las averías en las máquinas

20 oct 2023 . Actualizado a las 08:45 h.

«En cuanto empieza a llover, cierro la puerta, porque sé que el nivel subirá y se inunda todo el local. A mí no me entra el agua por la calle. Cuando la alcantarilla de fuera no da abasto, el agua sale por el sumidero que tengo dentro del comercio y por el baño. Fue lo que pasó ayer». Así explica la inundación del miércoles Teresa Rosende, comerciante de la rúa do Franco, que a sus 78 años lamenta que «no se solucione nada. Siempre hubo problemas, pero son más graves desde que hicieron la obra de la calle que va la plaza [Rodrigo de Padrón]. La dejaron más alta y nos hicieron una piscina delante de casa. Resolvieron el problema de unos y nos lo pasaron a nosotros», denuncia.

Teresa Rosende señala el nivel que alcanzó el agua en la rúa do Franco, que ella evitó que entrará en su comercio al cerrar la puerta
Teresa Rosende señala el nivel que alcanzó el agua en la rúa do Franco, que ella evitó que entrará en su comercio al cerrar la puerta Sandra Alonso

Esta veterana de O Franco recuerda cuando la calle «era de tierra y en las casas no había agua potable». «Me acuerdo de que, hace mucho tiempo, pusieron un tubo de alcantarillado estrecho que no sirve para nada».

Carmen Cives, de un comercio de recuerdos de la rúa do Franco, en la que dedicaron varias horas a limpiar los efectos de la riada
Carmen Cives, de un comercio de recuerdos de la rúa do Franco, en la que dedicaron varias horas a limpiar los efectos de la riada Sandra Alonso

Carmen Cives, de otro establecimiento del Franco, asegura que la riada del miércoles «fue la peor en años. El agua entró hasta el final de la tienda». Pero señala que la experiencia de ocasiones anteriores le permite anticiparse: «Ponemos la mercancía más alta para evitar más perdidas. Los muebles no llegan al suelo, hay unos centímetros para cuando entra el agua».

Rosmari Rodríguez, de una de las tiendas de recuerdos de la rúa do Franco, que sufrió inundaciones el jueves
Rosmari Rodríguez, de una de las tiendas de recuerdos de la rúa do Franco, que sufrió inundaciones el jueves Sandra Alonso

Rosmari Rodríguez, de la tienda de recuerdos de Villar, indica que «es cierto que fue mucha agua en poco tiempo, y los desagües no daban tragado, pero también es cierto que esta calle tiene forma de embudo y con una rejilla muy pequeña para que salga todo el agua. Aunque llueva poco, se queda estancada». En el tramo inicial del Franco, junto a Fonseca, varios locales tienen de tablas de madera para cerrar el paso al agua. «Aunque llueva poco hay riesgo de que nos entre», apunta.

José Francisco Blanco sufrió menos daños, porque tenía la reja de su local cerrada
José Francisco Blanco sufrió menos daños, porque tenía la reja de su local cerrada Sandra Alonso

Si en la rúa do Franco tienen a mano la intendencia por si empieza a llover, en Frei Rosendo Salvado están pendientes de las alertas decretadas por los servicios meteorológicos. José Francisco Blanco, de Reformas Galpar, sufrió las inundaciones del 2016 y del 2019: «Ahora tenía cerrado y, al estar puesta la reja, entró menos agua». No tuvo la misma suerte Álvaro Rodríguez, de un comercio de ropa de hogar. «Tengo una madera para que el agua no entre en la tienda, pero los coches hacen olas al pasar y golpean los cristales. Nos entró directamente al sótano por el garaje, y estuvimos tres horas quitando agua».

Álvaro Rodríguez, del comercio de Hogar, limpiando los restos de la inundación causada por el agua que entró por el garaje al sótano
Álvaro Rodríguez, del comercio de Hogar, limpiando los restos de la inundación causada por el agua que entró por el garaje al sótano Sandra Alonso

Álvaro reconoce que «llovió mucho en poco tiempo, pero siempre pasa con la primera lluvia fuerte. En las demás no pasa, así que tiene que ser que las alcantarillas no están limpias y, después de una buena tromba, se desatascan». Los comerciantes creen que la ampliación de las rejillas que se hizo hace unos años es insuficiente para evacuar el agua, «que llega en cascada desde República do Salvador, San Pedro de Mezonzo y praza Roxa».

El Gadis de Frei Rosendo Salvado no pudo abrir al público
El Gadis de Frei Rosendo Salvado no pudo abrir al público Sandra Alonso

El supermercado Gadis, que no pudo abrir su puertas por los daños. Fue de los más perjudicados de la calle. Álvaro Rodríguez cree que ante trombas tan fuertes «debía cerrarse la calle al tráfico hasta que baje el nivel del agua». Nadia Rilo, de la pastelería Mercedes Mora, se vio sorprendida por la entrada de agua «en un momento que teníamos la cafetería llena de gente. Entró hasta el fondo, fue muy agobiante».

También en la rúa Rosalía de Castro se vieron nuevamente sorprendidos por el agua acumulada, que caía en cascada desde Xoán Carlos I y que, al paso de los coches, levantaba olas que la empujaban hacia los comercios. Uno de los locales afectados fue la peluquería Vanesa Vieites, donde tuvieron que achicar agua.

Marga Mosteiro

La tromba de agua de la tarde del miércoles también dejó daños en el muro del Seminario Mayor, donde se produjo un desprendimiento de tierra, y se mantiene cerrado uno carril de circulación. En Pontepedriña, en la vía de servicio de la rúa do Restollal se acumuló gran cantidad de agua a primera hora de este jueves y llegó a inundarse la rotonda del paso inferior. También en Viso sufrieron las consecuencias de la riada de agua y barro.

Xiana Rendo: «El agua subió de repente sin que pudiera escapar del coche»

Los conductores de varios vehículos atrapados en la rotonda de Fontiñas, hacia Sar, vivieron momentos de angustia en la tarde del miércoles. Una de las afectadas fue Xiana Rendo, quien quedó atrapada en la rotonda cuando regresaba a su casa después de la jornada laboral. «El agua bajaba desde la avenida de Lugo hacia Fontiñas y había mucho atasco, así que pensé en desviarme por Sar. Entré en la rotonda, y me quedé en el atasco. Los coches no se movían y, de repente, empezó a subir el agua sin que pudiera escapar». Su instinto de supervivencia le hizo golpear la puerta de su coche: «No sé de donde saque las fuerzas, pero logré abrir la puerta y salí. Fue muy angustioso». El agua en el interior de su vehículo cubría todos los asientos. «Hubo un momento en que el coche empezó a flotar y se frenó al golpear otro que estaba delante». Xiana Rendo recuerda que otras tres personas consiguieron salir de otro vehículo. «Unos chicos que salieron de una furgoneta sacaron a una señora que estaba atrapada sin poder salir de su coche, y tenía un bebé de seis meses». La inundación de la rotonda se extendió hasta la rúa Fontes de Sar y causó daños en la maquinaria de las piscinas, que permanecerán durante la jornada de ayer, y abrieron hoy, a las 7.30 horas.

La rotonda de Fontiñas volvió a inundarse en dos ocasiones más en la mañana de ayer, a las 7.30 y 10.00 horas, y fue precisa la presencia de los bomberos para levantar las tapas de las alcantarillas y evacuar así el agua.