Condenan a dos años de cárcel a una mujer en Santiago que presentó una denuncia falsa de violación contra su exjefe

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Juzgados de Santiago.
Juzgados de Santiago. PACO RODRÍGUEZ

Tendrá que indemnizar al hombre con 6.000 euros tras acusarlo de forzarla y chantajearla con exhibir fotos de contenido sexual

13 oct 2023 . Actualizado a las 10:43 h.

Las denuncias falsas en casos de agresión sexual no son frecuentes. Ni tan siquiera pudiera decirse que son estadísticamente significativas, pero existen. Buena prueba de ello es el caso de un hombre en Santiago que durante un largo año se vio inmerso en un proceso judicial por violación que finalmente se demostró que era falso. La mujer fue condenada en primera instancia a dos años de cárcel, multa de 4.320 euros y al pago de 6.000 euros al hombre como indemnización por los daños morales causados. La sección compostelana de la Audiencia Provincial ha confirmado el fallo, aunque ha rebajado ligeramente la sanción hasta los 3.600 euros.

El caso se remonta al 21 de abril del 2017. Una mujer acudió al juzgado de guardia y presentó una denuncia contra un hombre que había sido su jefe y con el que en aquellos momentos trabajaba el que era su novio. Dijo que una noche a finales de noviembre del 2016 fue a casa del denunciado y que, aprovechando que ella se quedó inconsciente por la ingesta de bebidas alcohólicas, «la desnudó de cintura para abajo y la penetró vaginalmente con uso de preservativo, grabando supuestamente la escena», recoge la sentencia. Aquel relato falaz no quedó ahí, porque la ahora condenada también le acusó de chantajearla «con exhibirle el vídeo de ese episodio a su madre y a su novio, así como algunas fotos íntimas de la misma obtenidas de su teléfono móvil sin su consentimiento para que accediese a mantener relaciones sexuales con él, consintiendo hasta en cinco ocasiones a ser penetrada vaginalmente, adoptando ella una postura pasiva, dejándole a él hacerlo todo», añade la resolución judicial.

La historia era terrible, pero la investigación demostró que, en realidad, era el hombre la víctima y no la mujer. Ella dijo que su exjefe guardaba en su teléfono móvil las fotos y los vídeos en los que tenía sexo con ella y con los que afirmaba que la estaba chantajeando para que se acostase con él. Sin embargo, cuando la policía, por sorpresa, le decomisó todos sus dispositivos electrónicos nada de eso apareció. Por contra, sí se hallaron correos y mensajes que la falsa víctima enviaba al hombre y a otras personas y que, junto a las declaraciones de otros testigos, avalan que no hubo agresión sexual.

Para los magistrados resulta además «insólito un chantaje consistente en enseñar a terceros un vídeo que incriminaría al que pretende chantajear como autor de un delito sexual y también la sumisión incondicionada a un chantaje de esa naturaleza para tener nuevas relaciones sexuales». La mujer también incurrió en contradicciones, ya que el día que denunció los hechos aseguró que había consumido mucho alcohol, identificando lo bebido y la cantidad, mientras que cuando declaró en el juicio lo negó y atribuyó su pérdida de conciencia a alguna sustancia que le habría suministrado el hombre.

Conversaciones entre ambos en las que no se menciona la agresión

Determinante también en desvelar la mentira de la mujer fue el análisis de las conversaciones vía WhatsApp que mantuvo tanto con el hombre al que acusó de violación como con su pareja. En ellas jamás se menciona la agresión denunciada. Por contra, se infiere una relación próxima e íntima entre la acusada y la víctima. En esos mensajes ella lo insulta y amedrenta para que retire la denuncia por amenazas y agresión que había presentado contra el novio de la chica, que estaba celoso. Un papel que en nada encaja con el de víctima de un chantaje sexual.