Suma y sigue en las conductas incívicas en Santiago: acampada en el parque de Vista Alegre

SANTIAGO CIUDAD

Visitantes y peregrinos acumulan este verano un sinfín de escenas de pícnics improvisados en el Obradoiro, acampadas en el casco histórico y desmanes de todo tipo
21 ago 2023 . Actualizado a las 21:32 h.Suma y sigue. Desde que comenzó el verano, las conductas incívicas protagonizadas por peregrinos y turistas no han dejado de sorprender a los compostelanos, a otros visitantes y, como no puede ser de otra forma, también a las autoridades locales que, sin un reglamento claro, fían todo a la buena voluntad de las personas. Una de las últimas escenas se vivió esta semana en el parque urbano de Vista Alegre, a un paseo de la Catedral, donde una tienda de campaña permaneció instalada durante varias horas. De nada sirvió que este pulmón verde quede cerrado por la noche. Aunque, precisamente, la propia tranquilidad del lugar pudo animar a los campistas a pasar una agradable noche en uno de los espacios de ocio más confortables de la ciudad.

Pero los protagonistas de este episodio no son, ni mucho menos, los únicos que este verano han preferido ahorrarse el gasto de una pensión. También lo intentaron en julio unos peregrinos que desplegaron su tienda en plena Praza do Obradoiro, a escasos metros de la puerta de entrada al Concello de Santiago. Aquella aventura duró poco, porque la intervención de la Policía Local hizo que los inquilinos levantaran el campamento y pusieran rumbo a una confortable habitación.
También en el parque de la Alameda se pudieron ver en el invierno pasado tiendas de campaña en la zona de Santa Susana. Algunas de ellas, de personas sin techo, y otras, de peregrinos que no pierden la oportunidad de dormir al raso en el parque más urbano de la ciudad.

Si instalar una tienda de campaña en pleno Obradoiro parece una aberración, tampoco es buena idea echarse a dormir dentro de sacos en el atrio de la Catedral de Santiago, en la praza da Inmaculada. Eso fue lo que hizo un grupo de turistas el 28 de julio. Allí pasaron la noche, y a eso de las ocho de la mañana la imagen del despertar sorprendió a los primeros visitantes.

Otra de las imágenes que no pasaron inadvertida fue la de un peregrino, pillado en San Lázaro, cargando una señal informativa del camino de Santiago. Una acción que habrá que confiar en que no sea imitada hasta pasar a convertirse en una moda, como ocurre con la costumbre de dejar pañuelos, bastones, botas y todo tipo de artículos en el cartel de Santiago de Compostela que da la bienvenida a los peregrinos en San Lázaro.

Comer, beber y hasta cocinar
Seguramente a nadie le parezca mal degustar un bocadillo sentado en un banco o en el suelo, pero si ese bocadillo está acompañado de otras viandas en fiambreras, y de bebidas servidas en vasos y copas, la opinión comienza a cambiar. Aún menos adecuado parece desplegar manteles y todo tipo de utensilios para disfrutar de un pícnic en plena Praza do Obradoiro. Esto también se ha visto en reiteradas ocasiones este verano. El colmo fue la actitud de un grupo de personas que sin el más mínimo pudor decidieron tirar de cámping gas para preparar la comida junto al Obradoiro, en el acceso a los baños públicos de Raxoi.

Escalar la fachada del pazo de Raxoi o darse un baño en una fuente pública, llevarse de recuerdo un trozo de piedra del empedrado del Obradoiro, encaramarse en las rejas de la puerta santa, hacer pintadas sin gracia en las piedras históricas o gritar a pleno pulmón y vociferar todo tipo de cánticos amplificándolos con altavoces son otras muchas de las conductas incívicas que se están viendo este verano.

El protocolo de buenas conductas divulgado desde el Concello de Santiago no es una reprimenda para los peregrinos, turistas y visitantes, sino un recordatorio de las normas básicas de educación que, lamentablemente, ha tenido que publicarse para tratar de evitar que el desmadre siga en aumento.