Un grupo de peregrinos monta su tienda de campaña en la Praza do Obradoiro
SANTIAGO CIUDAD
La Policía Local de Santiago intervino con rapidez y obligó a desmontar una instalación con la que el Concello asegura que se quiso «provocar e facer un show»
18 ago 2023 . Actualizado a las 12:12 h.Con el debate aún candente por la proliferación de actos incívicos en el casco histórico de Santiago, un grupo de peregrinos decidió este miércoles subir la apuesta y montar su tienda de campaña en plena Praza do Obradoiro. El suceso tuvo lugar a primera hora de la mañana, aunque fue fugaz, ya que la Policía Local actuó con rapidez y obligó a esos peregrinos a desinstalar y desalojar la tienda. Eso sí, la diligencia policial no impidió que otras personas que en ese momento estaban en la plaza pudieran inmortalizar el momento.
Tanto el entorno de la Catedral como el casco histórico sufren una proliferación de desmanes de este tipo, perpetrados por personas que deciden organizar pícnics, hacer pintadas con tiza o incluso escalar por la puerta santa, en muchos casos, para dejar constancia en las redes sociales de su llegada a la capital gallega. En el caso de la tienda de campaña, desde el Concello aseguran que «durou medio minuto instalada. Foi armada para provocar e facer un show e unha fotografía. A policía atopábase no lugar para desinstalala».
La polémica pintada
El pasado 20 de junio, El Barroquista, conocido experto en historia del arte, se hacía eco en las redes de la imagen de una peregrina sentada en el Obradoiro presumiendo de los kilómetros que había recorrido. Eran 3.472 y los había pintado con tiza. «Termina el Camino de Santiago y decide que el suelo de una plaza Patrimonio Mundial de la Unesco está para presumir de su hazaña», decía Miguel Ángel Cajigal en sus redes sociales.
«La tiza no es pintura. Pero igualmente es persistente, mancha y no es tan sencilla de lavar. La limpieza pública no está para borrar las ocurrencias de cada persona. Y este tipo de folklore empieza a generar caos», defendía el experto en el hilo de Twitter, que se hizo viral.
Días después, el 5 de julio, saltaba de nuevo la polémica. En este caso eran dos peregrinos, descalzos, sin camiseta y haciendo un pícnic delante de la catedral de Santiago.
En el verano pasado, estampas como esta e, incluso, otras en las que se veía a gente comiendo tortilla sobre un mantel en pleno Obradoiro, abrieron en el Concello compostelano el debate sobre si era necesario aprobar en la ciudad una normativa como la que impera en Florencia, en donde comer cerca de los monumentos históricos más destacados puede acarrear severas multas.