Olvidados

Cristobal Ramírez

SANTIAGO CIUDAD

05 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Este es un país que debe muchas cosas a personas que ha olvidado. En todos los campos, y también en el Camino de Santiago, pulmón económico tanto de la ciudad compostelana como de los ayuntamientos aledaños hasta al menos un centenar de kilómetros a la redonda, que es la distancia mínima necesaria para obtener la compostela. Las rutas jacobeas se han transformado en una gran cinta transportadora de dinero a las cajas de casi cualquier tipo de negocio.

Y eso es así porque ha habido no solo políticos como Vázquez Portomeñe que hicieron una enorme apuesta por los caminos de peregrinación, sino porque también ha habido investigadores cuyo trabajo ha conformado el soporte histórico imprescindible. Sin ellos, el bum que vivimos no habría tenido lugar. Y tienen nombres y apellidos.

La primera fue una inglesa, Constance Storrs, que acabó abandonando la investigación por falta de apoyo. El segundo, Felipe Cordero Carrete, que vivió en el Preguntoiro, represaliado por la dictadura y hoy olvidado por completo. Y dos profesores más, que disfrutan de su jubilación. Uno es Fernando Alonso Romero. Y la otra es Elisa Ferreira Priegue, cuyos amplios y muy documentados estudios sobre relaciones marítimas entre puertos gallegos y británicos no han sido superados. La profesora Ferreira parece haber desaparecido del mapa (de hecho, el autor de estas líneas lleva dos años intentando localizarla), a pesar de que todo apunta a que reside en el extrarradio de Santiago, posiblemente en Ames.

Uno de los males de este país es que esperamos a que el ciclo vital de las personas remate para luego llorarlas. Los homenajes, en vida. Y si alguien merece uno, esos son los profesores Alonso y Ferreira.