Goretti Sanmartín ya habló con PSdeG y CA y cuenta con ambos para formar un tripartito en Santiago

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

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Sanmartín y Pontón tras conocer los resultados del 28M
Sanmartín y Pontón tras conocer los resultados del 28M Sandra Alonso

La candidata del BNG ve «moi relevante» que la próxima alcaldesa de la ciudad vaya a ser una mujer «feminista e nacionalista»

30 may 2023 . Actualizado a las 11:17 h.

La gran vencedora de la noche electoral en Santiago fue Goretti Sanmartín. La líder del BNG hará historia al ser la primera alcaldesa de la ciudad y también la primera nacionalista en gobernar la capital de Galicia. «É moi emocionante que haxa unha muller por primeira vez na Alcaldía. Vai por todas as mulleres que nos precederon e nos abriron camiño e tamén por todas as rapazas novas. Que esa muller, ademais sexa feminista e nacionalista é moi relevante», asegura.

Para consumar su éxito electoral, Sanmartín necesita de pactos, por lo que nada más conocerse el resultado de las urnas habló con los candidatos del PSdeG y Compostela Aberta (CA), Xosé Sánchez Bugallo y María Rozas, respectivamente, y ambos le mostraron la intención de sus formaciones de facilitar una alianza para gobernar en Raxoi. La más que probable futura regidora asegura estar «en condicións» de encabezar ese tripartito progresista que, avanza, será también «para o conxunto da sociedade, porque o que ten o BNG é un proxecto, un modelo de concello, para absolutamente todo o mundo» en el que «se cumpran esas liñas transversais que nos subliñamos de políticas de accesibilidade, sustentábeis, de políticas verdes, de igualdade e, sobre todo, de non discriminación dependendo do lugar onde cada quen viva». El Bloque no quiere demorar las conversaciones y su intención es reunirse en los próximos días con ambos partidos «e intentar chegar a un acordo de goberno que sexa plural, que sexa diverso, pero que teña claro cales son as liñas principais nas que ten que traballar».

La portavoz nacionalista califica la nueva etapa que se abre en la capital gallega como «un momento de moita ilusión, de moita esperanza» y asegura que es consciente de que Santiago puede ser el mejor escaparate para mostrar «o modelo do BNG».

El Bloque se quedó en Santiago a solo 214 votos de obtener su séptimo edil a costa del PP

El Partido Popular ganó sin discusión las elecciones municipales del pasado domingo en Santiago, pero la victoria real se vivió indudablemente en las filas del Bloque Nacionalista Galego, que se alzó como segunda fuerza más votada y primera de las de izquierda, lo que le permitirá hacerse con la alcaldía de la ciudad si pacta con el PSdeG y Compostela Aberta.

El BNG logró 11.428 votos el 28-M, un 23,55 % de los sufragios que le han otorgado seis concejales, el triple de los que tenía hasta ahora en Raxoi. La noche pudo aún ser mejor para los de Goretti Sanmartín, ya que se quedaron a tan solo 214 papeletas del séptimo escaño en el salón de plenos, un edil que habrían obtenido a costa del PP.

Los populares se quedaron lejos del objetivo que se habían marcado, que era obtener los 13 concejales que garantizan la mayoría absoluta y el gobierno local. Solo en algún momento de la noche, con el escrutinio por debajo del 50 %, sumaron doce ediles, pero nunca estuvieron ni cerca del decimotercero.

Es evidente que al PP siempre le resta votos VOX y en Santiago la formación de ultraderecha consiguió nada menos que 1.652 sufragios. Un meritorio resultado pero lejos del mínimo del 5 % necesario para entrar en la corporación. Es razonable pensar que esos apoyos le habrían venido muy bien a Borja Verea y que habrían acercado a los populares a la mayoría absoluta, pero la realidad es que nada habría cambiado en el resultado final.

Y es que ni sumando al PP los 1.652 votos de VOX habrían tenido mayoría absoluta los de Verea. Es más, es que tampoco habrían conseguido un acta más, ya que se habrían quedado con 11 concejales y tanto el BNG como el PSdeG tendrían los seis que consiguieron.

Otra candidatura que pudo restar apoyos a los populares en Compostela fue la de Por e Para Santiago, que cosechó 1.023 apoyos en las urnas. Sin embargo, en este caso no puede decirse, como en el de VOX, que todos pudieran ser de posibles votantes del PP. Aún así, sumando la mitad de esos más de mil sufragios a los obtenidos por Borja Verea y a los 1.652 de los ultraderechistas, tampoco nada habría cambiado y la foto final habría sido la misma: 11 PP, 6 BNG, 6 PSdeG y 2 Compostela Aberta.

El análisis, por tanto, muestra que los populares aún están muy lejos de los 13 ediles que necesitan para garantizarse el gobierno local en Santiago y que, sin embargo, el BNG está mucho más cerca de mejorar un resultado que ya de por sí puede calificarse de histórico sin temor a caer en la exageración.