Ela, compostelana de 18 años que vota por primera vez: «Estoy emocionada y con una gran responsabilidad»

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Plena normalidad en la capital en la mañana electoral, con los 51 colegios electorales operativos. Los principales candidatos fueron madrugadores

28 may 2023 . Actualizado a las 19:34 h.

Todas las mesas electorales de Santiago se constituyeron con normalidad en 51 colegios, y sin que se registraran incidentes que requirieran intervención policial. El concejal de Seguridade Cidada, Gonzalo Muíños, indicó que en todos los colegios electorales estarán desplegados, durante todo el día, miembros de las policías Local, Nacional y también de la Guardia Civil. Estos últimos se encargan, fundamentalmente, de los colegios situados en el ámbito rural. La Policía Local de Santiago destinó 24 agentes para el control de 12 colegios electorales, todos en la zona urbana. 

Poco antes de las once de la mañana ya habían pasado por sus colegios electorales los candidatos de las cuatro formaciones políticas que tienen representación en el Concello de Santiago. A partir de ahora, será el momento de cumplir con otro de los rituales de esta jornada electoral, que es dar una vuelta por otros colegios electorales para saludar a los miembros de las mesas. La más tempranera en ejercer su derecho al voto fue la alcaldable de Compostela Aberta, María Rozas, que lo hizo nada más abrir su colegio de la Facultade de Dereito en el Campus Vida, a las nueve de la mañana. Luego lo hizo el númeo 1 del PP, Borja Verea, en el IES Rosalía de Castro, y poco después el socialista Sánchez Bugallo en el IES Xelmírez I, mientras que la nacionalista Goretti Sanmartín votó en la Facultade de Filosofía, que sustituye como colegio electoral a su vecina Facultade de Historia. Todos los alcaldables compostelanos se ajustaron al guion e hicioeron un llamamiento a todo el electorado para que acuda a ejercer su derecho al voto a lo largo de esta jornada y decidir así el futuro de la ciudad. 

En la jornada de este domingo 28M están llamados a las urnas 79.060 de compostelanos, y entre ellos está Ela González, vecina de 18 años del barrio de Galeras, que ejerce su derecho al voto por primera vez. En el colegio electoral del IES Xelmírez I, con su papeleta en la mano, Ela reconoció sentirse «emocionada y con una gran responsabilidad». Hasta el colegio electoral fue acompañada por sus padres, y pese al nerviosismo de la primera vez, Ela tiene claro lo que le pide a los salgan elegidos en las urnas: «Que limpien el río Sarela, que se preocupen por mejorar el medio ambiente y todas las cosas que nos rodean».

Otro de los que casi está de estreno en la jornada de hoy es Daniel Fernández, que a sus 21 años ya vivió una experiencia anterior con las urnas, en las últimas elecciones generales, cuando además fue seleccionado como suplente de mesa, pero «madrugué y no tuve que quedarme». Daniel confiesa que no le gustaría que le volviera a tocar formar parte de la mesa, porque «es mucha responsabilidad». Añade que acudir a votar, cosa que hizo junto a su padre, «no es algo que me emocione especialmente: vengo porque hay que venir».

Entre los que tuvieron que cambiar sus planes de domingo y dejar a sus familias al cuidado de otras personas está María Torres, presidenta de una de las mesas del colegio electoral situado en el IES Xelmírez I, en el campus universitario: «Las cinco horas y los 70 euros que pagan por esa jornada no compensa tener que dejar a mis hijos al cuidado de otras personas». María y sus compañeros de mesa Felipe Suárez y María Jesús Silva, consideran que el sistema de elección de los miembros de la mesa debería cambiar. Proponen que «se recurra a los parados o estudiantes, o que se abra una lista de voluntarios». María Torres denunció que su notificación no fue entregada en mano, «no firmé la entrega, dejaron el papel en la alfombra, y la vieron las niñas, pero podría no haberme enterado si la hubiera cogido cualquiera». Añadió que «tengo la guardia y custodia de mis hijas, y una de ellas tiene mañana un examen; me parece injusto que tenga que estar yo aquí».

Tampoco estaba muy contento Pablo Muñoz, presidente de una de las mesas del Centro Sociocultural del Ensanche, que igualmente proponía otra forma de elegir a los miembros de las mesas. En su caso, «tres hijos y una abuela de 98 años no se tienen en cuenta, pero hoy mi mujer se volverá loca con todo». Además, dijo que «por el hecho de ser autónomo, mañana no tendré descanso, mañana pagaré con creces las horas que pasaré aquí».