Santiago es más «dog friendly» que nunca y ya supera los 100 negocios en donde los perros son bienvenidos

SANTIAGO CIUDAD

En Santiago hay seis zonas caninas señalizadas para «momentos de perricidad», tal y como destaca la web de Turismo, en las que los animales pueden corretear libremente (sin correa), hasta junto a ríos para darse un chapuzón. Están en la Alameda y en los parques de Belvís, Pontepereda (Conxo), rúa García Sabell (Galeras), Eugenio Granell (O Paxonal) y el de Carlomagno (Fontiñas).
En Santiago hay seis zonas caninas señalizadas para «momentos de perricidad», tal y como destaca la web de Turismo, en las que los animales pueden corretear libremente (sin correa), hasta junto a ríos para darse un chapuzón. Están en la Alameda y en los parques de Belvís, Pontepereda (Conxo), rúa García Sabell (Galeras), Eugenio Granell (O Paxonal) y el de Carlomagno (Fontiñas). SANDRA ALONSO

Cada vez hay más hoteles, restaurantes, librerías, oficinas postales y espacios con libre acceso para las mascotas

23 may 2023 . Actualizado a las 10:29 h.

Santiago es más dog friendly que nunca. En la ciudad se ha multiplicado en los últimos años el número de establecimientos y espacios en los que los perros son bien recibidos. Hoteles, bares, librerías, oficinas postales, estancos, floristerías... Las mascotas se encuentran cada vez con más puertas abiertas y menos carteles con la cara de un can tachada o un «prohibido animales». De hecho, ya hay más de un centenar negocios en los que son bienvenidas.

Muchos de ellos figuran en la página web de Turismo de Santiago, en un apartado bautizado como Santiguau, donde la lista de restaurantes que permiten mascotas asciende a 35, a los que hay que sumar otros 25 alojamientos, 6 medios de transporte y una residencia canina (Cangal). Y, si bien son declaradamente dog friendly todos los que están, no están todos los que son. También hay librerías como Re-Read, tiendas de vinos y destilados como Marida e Vencerás, estancos como el de la República de El Salvador, oficinas de Correos como la de O Franco, floristerías, parafarmacias y muchas otras cafeterías o locales hosteleros (A Novena Porta, El Point, Latexo, Dpingas...) que no aparecen en Santiguau y son también muy amigos de los peludos, además de otro tipo de comercios.

Por otra parte, las tres grandes superficies comerciales de la ciudad se han sumado a este fenómeno aperturista. En As Cancelas, los animales de compañía tienen libre acceso a todas las zonas comunes (siempre acompañados por sus dueños y amarrados con correa corta) y está permitida la entrada a los establecimientos siempre que en sus escaparates muestren la pegatina de pet friendly —hay más de 60 distribuidas por el centro comercial—. En Área Central siguen el mismo procedimiento y los dueños de los locales deciden, igualmente, si también pueden traspasar las puertas de sus tiendas. Y, desde el 2019, en El Corte Inglés permiten entrar con perros de hasta 10 kilos, salvo en las zonas de restauración y el supermercado. Del mismo modo, todas las marcas del grupo Inditex (Zara, Pull & Bear, Massimo Dutti, Oysho, Stradivarius, Bershka y Zara Home) tienen la política de puertas abiertas a las mascotas, independientemente de su tamaño, y siempre que cumplan las normas establecidas pueden sumarse al día de compras.

Una demanda en auge

En A Tasquiña de San Pedro llevan admitiendo canes desde que el bar de tapas abrió sus puertas, a finales del 2016. Aquí nada más llegar les ponen un recipiente con agua y, si se han portado bien, al irse les dan un galleta como premio. «Siempre dejamos entrar a las mascotas porque nosotros tenemos perros en casa y, cuando queríamos salir con ellos, casi no había sitios donde llevarlos. Era una odisea encontrar uno en el que pudiesen entrar», cuenta Cristian, quien junto a su mujer Raquel dirige el establecimiento. Ambos tenían experiencia en hostelería antes de montar su primer negocio juntos y eran conocedores de la demanda que había por parte de los clientes. Explican que en A Tasquiña es habitual que haya animales de compañía, «cada vez más», y ser dog friendly les permite llegar a un público nuevo al que no accederían de otra forma.

Entre los medios de transporte locales registrados en Santiguau está Radio Taxi y el presidente de la asociación, Jesús García, aclara que hasta ahora el taxista podía elegir voluntariamente si ofrecía este tipo de servicios o no, pero «con la nueva ley nadie se puede negar a llevar mascotas». El dueño debe, eso sí, llevar su propio trasportín o el anclaje reglamentario para el traslado. Y es recomendable, añade, que avisen de que viajan con un animal de compañía si es de tamaño grande para facilitarle un vehículo adaptado a estas circunstancias. «La convivencia entre perros y taxis es buena», dice, y rige la lógica. «Tienen que venir limpios y no llenar el coche de barro, por ejemplo, pero lo mismo sucede con las personas», añade. 

«La tendencia es meteórica, solo en abril se alojaron en el NH Collection 72 mascotas»

Un buen ejemplo de que cada vez más las personas visitan Santiago junto a sus animales de compañía está en el hotel NH Collection. Su director, Esteban Iglesias, constata que «la tendencia es meteórica y creo que imparable. Partimos de datos muy bajos cuando la cadena NH pasó a ser pet friendly, antes de la pandemia. Ahora es un servicio que solicita más la sociedad, y por tanto también los huéspedes. Solo en abril se alojaron aquí 72 mascotas, una cifra antes impensable en temporada baja, y hacia la temporada alta irá in crescendo». El incremento queda patente teniendo en cuenta que su media mensual en el 2022 fue de 45. Destaca que «no hay un perfil muy marcado y se alojan con sus perros desde jubilados a jóvenes que vienen solos o parejas con hijos». En su caso, cobran un suplemento de 35 euros por estancia (independientemente de cuántas noches permanezcan alojados), no pueden acceder al restaurante y el hotel facilita la cama para los animales y los cuencos para la comida y bebida. El director del establecimiento turístico asegura que apenas han tenido incidentes a causa de las mascotas y observa el rendimiento económico que dan las personas que viajan con ellas. Haciendo un cálculo rápido, destaca que llegan a generar más de lo que se obtiene en la cafetería, por ejemplo.   

Entre los pequeños hoteles de la ciudad que más años llevan admitiendo perros y otros animales de compañía está A Tafona do Peregrino. «Lo hacemos desde el día en que abrimos, hace ya más de 15 años, porque considerábamos que es algo que favorecía que la gente viniese y estuviese a gusto. No es una medida para facturar más, porque nosotros no cobramos nada y lógicamente dan más trabajo, puesto que hay que hacer un esfuerzo extra en limpieza. Por higiene y una cuestión económica, las camas las tienen que traer sus dueños», dice Rafael Boullón, en cuyas habitaciones sí pueden quedarse los canes solos «y el 90 % de las veces no hay problemas ni molestias por ladridos. Si esto sucede, se llama por teléfono a los dueños para que vengan a tranquilizarlos». Entiende que, al estar prohibida la entrada de animales en la Catedral, es comprensible que los tengan que dejar allí para poder hacer esta visita, y reconoce que lo que más le cuesta es que se respeten los espacios de acceso limitado (en su caso, no pueden acceder a la zona del bufé).