Ni drogas, ni chicas: las causas del apuñalamiento de un menor en Santiago no están claras

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

En la iglesia de Santa Susana, donde se produjo el apuñalamiento, quedó un gran charco de sangre como evidencia de la gravedad de la herida
En la iglesia de Santa Susana, donde se produjo el apuñalamiento, quedó un gran charco de sangre como evidencia de la gravedad de la herida PACO RODRÍGUEZ

Tanto la víctima como los amigos que presenciaron la agresión se mantienen herméticos y han dado pocos datos a la Policía Nacional

21 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Identificado el presunto autor del apuñalamiento que a punto estuvo de costarle la vida a un chico de 14 años de edad y origen marroquí en las fiestas de la Ascensión de Santiago faltan por conocer los motivos de la agresión, que no están nada claros. Tanto la víctima como los amigos que estaban con él en el momento del incidente, todos ellos también menores, se han mostrado muy herméticos y apenas han ofrecido datos sobre todo lo que rodeó a los hechos que se produjeron sobre las 20 horas del pasado jueves. La Policía Nacional tiene claro que se trató de una venganza, pero prácticamente está descartado que detrás estuviesen desavenencias por drogas. Esa fue una de las primeras hipótesis de trabajo de la investigación, ya que en la iglesia de Santa Susana sí se registran problemas por trapicheo de estupefacientes.

Tampoco se han encontrado indicios de que tras el apuñalamiento esté un enfrentamiento entre agresor y agredido por una chica. Nuevamente, esta tesis pierde fuerza, aunque la Policía Nacional mantiene ahora mismo abiertas todas las líneas de investigación a la espera de que sea interrogado el presunto autor de la agresión, un menor conocido por la víctima y que fue detenido el viernes por la tarde. La Fiscalía de Menores, que fue informada del arresto, ha decretado que el chico permanezca bajo custodia de sus padres hasta que esté redactado el atestado definitivo.

Además, es probable que los agentes de la Brigada Local de Policía Judicial de la comisaría de Santiago, que son los que llevan el caso, quieran volver a tomar declaración a los cuatro o cinco chicos menores que estaban junto al apuñalado en la iglesia de Santa Susana. Es evidente que todos ellos, como también la propia víctima, saben perfectamente los motivos que llevaron al detenido a acometer por detrás al herido y clavarle un arma blanca en la parte posterior del muslo izquierdo.

La herida fue grave. Los amigos de la víctima, alarmados, trataron inicialmente de taparla con una camiseta, pero no fueron capaces y el chico cayó al suelo dejando a su alrededor un gran charco de sangre. En ese momento, la zona de la iglesia, situada junto al recinto en el que se celebran estos días las fiestas de la Ascensión de la ciudad, estaba abarrotada y la situación no pasó inadvertida, por lo que rápidamente se dio aviso a los servicios de emergencia.

Los primeros agentes en llegar a la iglesia de Santa Susana fueron dos policías nacionales que salvaron la vida del menor. Uno de ellos, que se encontró con una herida por la que brotaba un chorro de sangre de seis centímetros de largo, tuvo la determinación de taponarla con su puño. Lo hizo con tal fuerza que cuando el médico que atendió al lesionado en primera instancia le pidió que la retirara la hemorragia estaba casi detenida.

Fue entonces cuando trasladaron al chico en una ambulancia hasta el Hospital Clínico de Santiago, donde ingresó en la UCI. Los médicos que le atendieron reconocieron que, de no haber sido tan decidida la actuación del policía, el susto probablemente habría terminado en tragedia. Afortunadamente, el herido está fuera de peligro y evoluciona favorablemente.