El policía que salvó al menor apuñalado en Santiago taponó con el puño la herida, de la que manaba un chorro de sangre

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

El agente se encontró al menor tirado en el suelo y con una camiseta ensangrentada al lado con la que sus amigos trataron de taponar la herida
El agente se encontró al menor tirado en el suelo y con una camiseta ensangrentada al lado con la que sus amigos trataron de taponar la herida PACO RODRÍGUEZ

Por el momento no hay detenidos porque ni la víctima ni sus amigos han querido identificar al autor de la agresión

19 may 2023 . Actualizado a las 19:41 h.

El menor de 14 años apuñalado en la tarde del jueves en la iglesia de Santa Susana de Santiago, en las inmediaciones del recinto en el que se instalan las atracciones de las fiestas de la Ascensión, sigue recuperándose en la UCI pediátrica del Hospital Clínico de la grave herida por arma blanca que recibió en la parte posterior del muslo. Está fuera de peligro y vivo gracias a la acción determinante del policía nacional que fue el primero en acudir a la llamada de emergencia, que se encontró al chico tirado en el suelo y con una lesión de la que manaba un chorro de sangre de seis centímetros que había formado un gran charco en el suelo.

Los amigos que en ese momento estaban con el menor habían tratado sin éxito de taponar la herida con una camiseta blanca, que estaba allí también tirada y ensangrentada junto al cuerpo del herido. El agente no se lo pensó dos veces y taponó con su puño la herida con tal fuerza que, pasados cuatro minutos, cuando el médico que atendió en primera instancia a la víctima le pidió que la retirara, dejó de manar sangre.

El policía acompañó al chico en la ambulancia y su compañera les siguió en el coche patrulla hasta el hospital, donde los médicos reconocieron la decidida actuación del agente y le dijeron que, de no haber reaccionado de ese modo, muy probablemente el susto habría terminado en desgracia. Por ello, el Sindicato Unificado de Policía (SUP), el de mayor representación en Galicia, ya ha anunciado que le propondrá para que reciba la medalla al mérito policial.

La patrulla tuvo que dejar el coche al pie de la escalinata y acceder a pie a la iglesia de Santa Susana
La patrulla tuvo que dejar el coche al pie de la escalinata y acceder a pie a la iglesia de Santa Susana PACO RODRÍGUEZ

Tras la llegada de la primera patrulla, más agentes de la Policía Nacional y también de la Policía Local de Santiago llegaron a la iglesia de Santa Susana. Enseguida, tomaron declaración a los chicos, todos ellos menores, que estaban junto a la víctima cuando se produjo la agresión. Ninguno de ellos quiso colaborar y dijeron que no habían visto nada, algo que resulta imposible de creer. Tampoco la propia víctima ha querido identificar a su agresor y en sus primeras declaraciones se ha limitado a afirmar que no lo vio porque le acometió desde atrás.

El incidente se produjo sobre las 20 horas y en ese momento el recinto de las fiestas de la Ascensión estaba abarrotado, pero la iglesia de Santa Susana está algo apartada y protegida por un muro, por lo que el agresor pudo actuar sin ser visto por nadie más que el chico apuñalado y el grupo de cuatro o cinco amigos que lo acompañaba en ese momento.

Ante la nula colaboración de los menores, la investigación abierta por la Policía Nacional no ha podido por el momento identificar al autor del apuñalamiento, por lo que tampoco se han producido detenciones. No obstante, en los próximos días los testigos tendrán que volver a pasar por comisaría y también está previsto volver a interrogar a la víctima una vez que su estado de salud lo permita.

La principal tesis que ahora mismo manejan los investigadores, aunque todas las líneas están abiertas, es que se trata de una venganza por algún asunto que solo conocen el agresor y los jóvenes que estaban presentes en el momento del apuñalamiento.

Un lugar frecuentado por pandillas y donde se trapichea

La iglesia de Santa Susana está situada junto al paseo de A Ferradura de Santiago, en el parque de la Alameda. Se trata de un lugar algo aislado pese a estar en el pleno centro de la ciudad, ya que la vegetación y el murete que rodea el conjunto hacen que sea poco visible. De ahí que sea un punto al que con frecuencia acuden pandillas de jóvenes y en el que no es inusual el trapicheo de drogas, como han denunciado en muchas ocasiones los vecinos de la zona.

En la mayoría de los casos, los que se congregan en esta pequeña iglesia compostelana son grupos de jóvenes menores de edad, como el que estaba allí el jueves por la tarde cuando se produjo el incidente. Su paso por el lugar queda en muchas ocasiones reflejado por las continuas pintadas que sufren los dos edificios que componen el conjunto, que también han padecido otros desperfectos como ventanas rotas.

No en vano, es una zona a la que acude con cierta frecuencia tanto la Policía Nacional como la Local advertidos por vecinos y viandantes cuando se registran problemas, que son más frecuentes en las fiestas de la Ascensión o el Apóstol, en las que se concentran grandes multitudes en el recinto de la carballeira de Santa Susana.

Ante esta situación, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) tiene claro que es necesaria la presencia permanente de la Unidad de Intervención Policial (UIP) —los antidisturbios— en Santiago por ser la capital de Galicia y un destino turístico internacional visitado cada año por cientos de miles de personas.

Actualmente, la UIP tiene sede en A Coruña y Vigo y los agentes de esta unidad deben desplazarse desde sus bases en estas dos ciudades para prestar servicio en Santiago. Lo hacen frecuentemente, ya que acuden de julio a octubre y cuando hay manifestaciones importantes —algo habitual en la ciudad— o en eventos como el juicio del Alvia, que ha obligado a venir a diario al grupo desde hace meses.