Irene Armesto, una crac en matemáticas y física de 17 años: «As ciencias dánseme ben, pero non podería dedicarlle tantas horas se non me gustasen moito»

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Irene Armesto

La joven compostelana, estudiante del IES Rosalía de Castro, acumula reconocimientos internacionales en las olimpiadas de física y matemáticas

08 may 2023 . Actualizado a las 00:24 h.

Irene Armesto Méndez,compostelana estudiante de segundo de Bachillerato Internacional del IES Rosalía de Castro, acumula a sus 17 años un currículo en el campo de las matemáticas que evidencia que es una muy buena estudiante de números, ya que cuando cursaba segundo de ESO formó parte del equipo ganador del Rally Matemáticas sen Fronteiras de Galicia que posteriormente ganó la competición en Toulouse (Francia). Y no solo eso, ya que en cuarto de ESO obtuvo una mención en la olimpiada gallega de esa disciplina, logro que repitió en primero de bachillerato. Además, en este curso ha conseguido la medalla de plata junto a otra mención honorífica en la Olimpíada Matemática Europea Feminina celebrada en Eslovenia. Y, por increíble que parezca, cuando ya parecía que lo suyo eran las matemáticas comienza a despuntar con similares o mejores resultados en otra rama científica, la física, ya que ha obtenido la medalla de oro de la olimpiada nacional, por lo que viajará en julio a Tokio para participar en la competición internacional.

Por lógica aplastante, y por vocación y esfuerzo, ya tiene plaza en la Escuela Politécnica de París para el doble grado de Física y Matemáticas. Con semejante listado de premios es obligado preguntarle cómo lo consigue y cuánto tiempo le dedica al estudio. «Depende», responde con el matiz que de que solo baja de cuatro horas al día a dos o tres cuando tiene clase de ballet, un arte escénico al que ya no le puede dedicar tanto tiempo y que, añade, la ayudó en su etapa escolar «a ser disciplinada e máis rápida cos deberes, porque tiña pouco tempo para facelos».

En su caso, con una pasión por las ciencias heredada de su padre, explica que detrás de sus resultados académicos y competitivos está una combinación de capacidad y esfuerzo: «As ciencias dánseme ben, pero non podería dedicarlle tantas horas ao estudio se non me gustasen tanto». Enfocada ya a un doble grado universitario, le resulta difícil decantarse por una de ellas. «Da física gústame a parte experimental, e que todo pode explicarse. E das matemáticas atráeme de que con elas todo encaixa e ten sentido». Lo que no le encaja tanto es que a las olimpiadas a las que acude no participen más mujeres como ella: «Debería potenciarse máis a nosa participación. Faise moito, pero falta máis, porque senón seriamos o 50 %. Na última eramos o 12 %».