El Langui: «La dificultad impone, no impide»

SANTIAGO CIUDAD

Pilar Canicoba

El polifacético artista dará mañana dos conferencias en Santiago mientras prepara la gira de su nuevo disco, «Espasticidad» y presenta su primer cortometraje

18 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Mañana, Juan Manuel Montilla (Madrid, 1979), dará dos conferencias en el auditorio de Abanca en Santiago de Compostela bajo el sugestivo título de «A mí no me digas que no se puede». Es posible que el nombre del ponente no les haya dicho nada porque pocos le conocen por su nombre real, igual que pocos ignoran quién es este hombre con dos Goyas, miles de discos vendidos y un discurso emocionante y verdadero. Todos le conocemos como El Langui.

—¿Qué va a exponer mañana en su conferencia?

—Un resumen de todo aquello que nos dicen en casa, nuestros padres, los profesores, la gente responsable: los valores y actitudes que al menos a mí me han ayudado. Al final es poner de manifiesto mi historia, en la que he aplicado valores que me han hecho más llevadero mi día a día. En lo que incido es en que siempre hay dificultades, pero el que quiere superarlas, debe intentarlo.

—Igual no puede.

—Es verdad. Estamos acostumbrados a decir que el que quiere, puede. Pero no. A veces quieres superar una situación y no puedes. O una enfermedad, pero sí que debes intentarlo, porque las dificultades imponen, pero no impiden. La lección siempre es la misma: podemos llegar a donde nos propongamos, o como mínimo acercarnos, si ponemos empeño y esfuerzo en conseguirlo. Porque, al final, no eres lo que logras, eres lo que superas.

—La constancia es capital.

—Pues sí. Al final, es lo que nos hace mejores y que por el camino obtengamos conocimientos. Si lo dejas todo al azar... tienes que conformarte con lo que te vaya viniendo. Si buscas tu camino, una meta, consigas o no consigas, la constancia te va a dar muchas alegrías. Sobre todo conocerte a ti mismo y ver hasta dónde puedes llegar.

—Esta conferencia ¿forma parte de un ciclo?

—Llevo dando este tipo de conferencias desde el 2008. A nivel empresarial, institucional, escolar... Al final es llevar tus propias vivencias porque a veces, aunque sepamos cómo es el camino, necesitamos que un referente nos lo diga. Alguien que ves por la tele, o por la música, para que te haga recapacitar.

—Hace como Bob Dylan, una gira sin fin.

—Sí. A veces hay rodajes, grabaciones, conciertos y puedes hacer menos o más. Pero al final es llevar la palabra.

—Sus conferencias ¿están relacionadas también con el acoso escolar?

—Sí. El acoso escolar está a la orden del día. ¿Ahora hay más? No creo, pero si ponemos el foco, nos parece que sí. Yo soy una persona que tengo mi dificultad, una parálisis cerebral de nacimiento. Y a primera vista parece que podría ser pasto de burlas, rechazo. Al final no fueron tantas porque todo mi entorno trabajó para ello. No solo en el colegio, sino también los padres en sus casas con mis compañeros. Y eso me ayudó mucho.

PACO RODRÍGUEZ

—Todos hemos pasado por el colegio y sabemos cómo se las gastan.

—El colegio, el instituto y cuando sales. En el trabajo: el rechazo, la no tolerancia, la falta de empatía. Cuando somos jóvenes siempre hay uno en el grupo que es objeto de burlas y decimos: «Bueno, si es que no le sienta mal». Pero al final eso ha hecho de él una persona más retraída, con más dificultades.

—Seguro que es reconfortante contar todo esto, sobre todo cuando el auditorio son chavales.

—Sí, ellos también me dan. Siempre hay un turno de preguntas donde aparecen sus propios casos, sus inquietudes, sobre mi persona o sobre algo que están pasando ellos. A veces no se lo dicen a sus padres y se lo dicen al Langui. Es muy gratificante en conjunto. Uno no para de aprender.

—¿En qué proyecto está ahora?

—En un cortometraje que he escrito, interpretado y dirigido junto a Hugo Montilla, que es mi hijo mayor. Y acabo de sacar disco nuevo. Se llama Espasticidad y es una crítica social porque se refiere no solo a la espasticidad que es lo que padecemos las personas con alguna discapacidad que nos paraliza los músculos afectados y hace que tu día a día sea una jodienda. Al mismo tiempo, la sociedad está un poco espastizada, rígida, vamos con la cabeza mirando el móvil y no vemos lo que pasa delante de nosotros. Este disco me ha llevado mucho tiempo hacerlo y tiene muchas colaboraciones. Y ahora empezamos con los conciertos.

—Usted tiene dos hijos. Es una experiencia que lo cambia todo.

—Yo fui un padre joven, con 25. Ya no eres tú solo y no puedes bajar la guardia. Es una experiencia que te pone las pilas y te da respuestas.

—¿Tiene alguna relación especial con Galicia?

—Llevo más de 20 años en mi profesión. Si no he ido por un concierto, he ido a rodar, a dar una conferencia o a presentar alguno de mis libros. Y luego te quedas un par de días. Galicia calidade, siempre.

—Usted es del Atleti, pero si le pregunto Celta o Dépor, ¿qué me dice?

—Que el Celta y el Dépor tienen que estar siempre en Primera.

—Autodefínase un poco.

—Soy muy tenaz, perseverante, tengo mucho sentido del humor y soy muy rallado, porque me obsesiono con lo bueno y con lo malo.

—Una canción.

Alegría de vivir de Ray Heredia.

—¿Lo más importante en la vida?

—Los amigos y la familia.