«Para mí Santiago fue como una bendición, todos te reciben y te quieren ayudar»

SANTIAGO CIUDAD

Medicina es una de las facultades con mayor porcentaje de alumnado de otros países, pero también atrae a jóvenes del resto de comunidades autónomas
18 abr 2023 . Actualizado a las 00:17 h.Portugueses, venezolanos, colombianos, ucranianos, pero también andaluces, canarios, madrileños... La Facultade de Medicina de la Universidade de Santiago es una pequeña torre de Babel que atrae a estudiantes de distintas partes del mundo y también del resto de comunidades autónomas. El prestigio del centro —la enseñanza de estos estudios en la USC tiene su origen en el año 1648—, pero también el atractivo de la ciudad como polo universitario, la convierten en una de las más cosmopolitas del país.
A Santiago llegó Giancarlo Bolledi, venezolano de origen italiano, en el 2019. Lo hizo con sus padres, huyendo de una situación que en su país se estaba convirtiendo en «imposible para vivir»,. Tras hacer el bachillerato entre San Cristóbal —su ciudad en Venezuela— y Estados Unidos, se examinó en España de la selectividad. En un principio se afincó con sus padres en Madrid pero la ciudad les resultó «grande y cara para una familia que no tiene los documentos». Recordaban Galicia de alguna visita, «teníamos amigos pero yo me acordaba de muy poco, solo de la Catedral y de la playa, de lo fría que estaba el agua», cuenta este estudiante de Medicina de 21 años.
Tenía claro que esa era la carrera que quería hacer, por lo que al entrar en la facultad de Santiago toda la familia se mudó con él a Compostela. Al no poder convalidar sus estudios universitarios sus padres abrieron un negocio en As Cancelas. Giancarlo solo tiene buenas palabras para este concello, «para mí Santiago fue como una bendición, uno se siente muy acogido por esta ciudad que parece que está diseñada para los universitarios, todos te reciben y te quieren ayudar. Cuando vas por la calle, como en varios años todo el mundo te conoce, vas saludando a gente».
Aunque al poco de llegar les tocó enfrentarse a la pandemia, gracias a las nuevas tecnologías enseguida se creó un pequeño grupo «hacíamos videollamadas para estudiar y hacer trabajos y de ahí salieron vínculos muy buenos que aún mantenemos». Giancarlo estudia cuarto de Medicina pero ya tiene bastante claro lo que quiere hacer, «me gustan mucho la psiquiatría y la pediatría, así que estoy pensando en unificarlo en algo como la psiquiatría infantil, una de las especialidades mir que se están creando», finaliza.
También lo tiene claro Laura Adán, gaditana de 21 años que al pisar el aeropuerto compostelano cambia el acento y casi podría pasar por gallega. Estudia cuarto curso de Medicina como Giarcarlo y desde antes de empezar la carrera le atraen alergología y medicina de familia. En su caso llegó a Santiago porque le habían hablado muy bien de la facultad y porque tenía amigas, ya que de más joven participó en campamentos en Vigo y en Lugo.
La experiencia académica está siendo muy satisfactoria pero no menos agradable la vital, «esta ciudad acoge bien, hay muy buen ambiente tanto dentro como fuera de la facultad». Lo dice una gaditana que ni siquiera echa de menos la fiesta, «aquí desde el principio me he integrado muy bien». ¿Se quedará en Galicia? Laura no lo tiene tan claro, depende de la especialidad que acabe eligiendo «y mis padres lógicamente quieren que vuelva». Donde no tiene duda esta joven es en las ventajas de estudiar con personas de lugares tan diferentes, «enriquece en todos los sentidos, cada uno tiene su cultura y sus ideas y aprendemos todos de todos», apunta.