El desmantelamiento de la fábrica de Donuts cierra una etapa del polígono del Tambre de Santiago

Olimpio Pelayo Arca Camba
O. P. Arca SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

Retiran la vieja planta de cogeneración del complejo y vacían la maquinaria de bollería industrial del interior

19 mar 2023 . Actualizado a las 21:18 h.

La actividad vuelve a la antigua fábrica de Donuts, en el polígono del Tambre de Santiago. Pero no se trata, por el momento, de actividad empresarial, sino de trabajos para el vaciado completo de unas naves que ocupan una parcela de más de 14.000 metros cuadrados con doble frente, hacia las vías Edison y Faraday. La retirada de toda la maquinaria con que se preparaba en su día la bollería industrial es el paso previo necesario para poder albergar un nuevo proyecto empresarial.

La firma ourensana Halago había adquirido la fábrica en el año 2012. Fuentes próximas a esa empresa confirmaron ayer que los trabajos que se vienen acometiendo en los últimos días consisten en el vaciado de todos los elementos de la fábrica, desde las máquinas hasta la voluminosa planta de cogeneración de que disponía el complejo. Explicaron que además con esa limpieza exhaustiva evitarán que se produzcan robos en el interior de la fábrica de un material cotizado por la presencia de cobre. La intención de la propiedad es conservar la estructura externa del complejo, en el que se prevé acometer obras en un futuro próximo para acoger de nuevo actividad empresarial.

Sandra Alonso

Con el desmantelamiento de la vieja fábrica de Donuts se cierra una etapa del polígono industrial del Tambre. Y es que fue una de las primeras empresas en asentarse en el que en los años 70 parecía un terreno alejado de la ciudad, junto a otros pioneros como el concesionario Renault de Caeiro y los talleres Casty Romer. Donuts Galicia había sido fundada por Roberto Pérez Losada a principios de los años 70, funcionando en primer lugar en unas instalaciones en la rúa de San Pedro. Llegó después el traslado a su céntrico emplazamiento en el polígono del Tambre, donde a lo largo de sus décadas de funcionamiento fue toda una referencia. No solo por los más de 200 puestos de trabajo directos, sino también porque sus instalaciones estaban abiertas al consumidor: fueron muchos los grupos de escolares que pasaron por allí, y también de quienes se acercaban a comprar directamente en fábrica.