De compartir pupitre de niñas a dar un nuevo brillo al patrimonio de Santiago de mayores

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Yolanda Porto (izquierda) y Ana Abella (derecha) en el taller que tiene Fráxil en Bonaval.
Yolanda Porto (izquierda) y Ana Abella (derecha) en el taller que tiene Fráxil en Bonaval. XOAN A. SOLER

Por las manos de Yolanda Porto y Ana Abella, de Fráxil, pasan desde piezas del antiguo Egipto a petroglifos o las vidrieras del histórico café Derby

16 mar 2023 . Actualizado a las 09:53 h.

Se conocieron en el instituto, en el IES Sofía Casanova. Yolanda Porto, de Ferrol, y Ana Abella, de Narón, estaban en la misma clase y luego compartieron pupitre también en la carrera, en la Escola de Restauración de Pontevedra. Cada una tomó luego un rumbo distinto, la ferrolana se especializó en arqueología y antigüedades, y la naronesa en el ámbito escultórico y monumental. «Eu estiven 16 anos no Instituto de Ciencias do Patrimonio do CSIC. E no 2015, cando rematei o contrato e logo dun tempo de reflexión, asociámonos e creamos Fráxil, onde traballamos como autónomas en proxectos de certa envergadura e noutros máis pequenos poñendo os nosos coñecementos en común. Démonos conta de que había a necesidade de ofrecer este tipo de servizo porque moita xente non sabía onde acudir, e máis estando nunha cidade coa carga patrimonial que ten Santiago, na que hai moitas institucións que teñen obras e coleccións histórico-artísticas, coa necesidade de mantelas en bo estado. O certo é que había moitos profesionais enfocados a restauración en igrexas, pero fóra diso existía un baleiro que non estaba moi cuberto», explica Yolanda.

Con su taller junto al parque de Bonaval, por las manos de estas dos restauradoras y conservadoras han pasado desde piezas del antiguo Egipto hasta petroglifos o las vidrieras del histórico café Derby (le encargaron a su empresa la restauración de los distintos elementos protegidos por el plan especial y su adecuación de cara al nuevo establecimiento que cogerá el relevo próximamente). Entre los mayores retos que asumieron hasta ahora está la revisión y catalogación de todo el patrimonio histórico-artístico que tiene la USC, lo que implicó a partir del 2019 visitar todas las facultades de Compostela y Lugo: «Había case 1.000 elementos por inventariar e encargámonos tamén de facer un plan de conservación, fixando as prioridades de actuación máis urxentes e ofrecendo solucións para evitar o seu deterioro». También se encargan del mismo cometido con los elementos de valor que custodia el Concello de Santiago, ya sea rejuveneciendo sus lienzos y marcos o limpiando las pintadas que aparecen sobre las esculturas de la ciudad. Y Ana trabaja actualmente con las piezas que hay en la Biblioteca América de Fonseca.

Encontrarse con una joya que nadie se la esperaba, dicen, es más habitual de lo que parece al repasar todas las colecciones que tiene en posesión una institución: «Permíteche detectar cousas que habían pasado desapercibidas e este tipo de sorpresas son bastante estimulantes. As pezas prehistóricas de Galicia son as máis estudadas polos investigadores, pero hai outro material que non chamou nunca a súa atención». Cuenta la ferrolana de 53 años que recientemente descubrieron, por ejemplo, que lo que se consideraba una ánfora romana de la colección comprada al médico arousano José Viqueira resultó ser en realidad una granada de mano de cerámica de la época medieval, como las que se usaban en las cruzadas.

Reconocen que, a raíz de trabajar juntas, hubo una transferencia de conocimiento, aunque lo más habitual no es que se impliquen ambas en un mismo proyecto. Para ellas, manipular una gran variedad de objetos con historia es un aliciente y hace que su día a día sea «moi rico e nada tedioso, porque nunca te acomodas. Implica que teñas que estar documentándote todo o tempo sobre cousas novas e procedementos de traballo, aínda que ao final as metodoloxías non son tan diferentes e sempre hai moitas cousas en común».

Confiesa Yolanda que ella y Ana ya sentían en el instituto predilección por la asignatura de Historia y, en su caso, participó el primer verano de la carrera en una excavación arqueológica y allí encontró su gran pasión: «Este tipo de actividade ten iso, ou te engancha ou te horroriza».