Santiago aprueba la regulación que limita la implantación de las viviendas de uso turístico solo a las primeras plantas

SANTIAGO CIUDAD

Propietarios de viviendas de uso turístico protestan en los soportales del pazo de Raxoi contra la aprobación de la modificación del PXOM que regula esa actividad y que se aprobó esta mañana
Propietarios de viviendas de uso turístico protestan en los soportales del pazo de Raxoi contra la aprobación de la modificación del PXOM que regula esa actividad y que se aprobó esta mañana Xoán A. Soler

Compostela Aberta votó con el gobierno y respaldó la modificación del PXOM

17 feb 2023 . Actualizado a las 00:02 h.

El Ayuntamiento ha acotado la implantación de las viviendas de uso turístico en la ciudad (VUT). Aunque con el voto contrario del PP y la abstención del BNG y del concejal no adscrito, el pleno aprobó ayer de forma definitiva la modificación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) que regula esa actividad fuera del casco histórico, donde ya están prohibidas por su propio planeamiento. En adelante, con carácter general solo se podrán instalar en la planta más baja de las que admiten uso residencial, esto es, en el bajo o en el primer piso si el bajo no tiene atribuido ese uso.

La iniciativa, impulsada por el PSOE en el 2019, se hizo norma ayer con el apoyo expreso de CA y la protesta de fondo en el Obradoiro de propietarios de VUT que reclamaban la retirada de la regulación o, en su caso, una disposición transitoria «que acolla a todos os propietarios» con alta en el registro de la Xunta. Así lo demandó su portavoz, Estrella Ferreiro, ante el pleno, antes del arranque del debate político que concluiría con la aprobación de una regulación que el sector califica de «esperpéntica» y que trata de «finiquitar aos pequenos propietarios» en beneficio de las empresas, dijo.

También intervino la Plataforma para la Regulación de las Viviendas Turísticas, Prevituga, en su caso para demandar lo contrario, que se mantuviese la propuesta de regulación. «É necesario que se regule de forma rigorosa», dijo Miguel López, porque su proliferación «pode afectar ao modelo de cidade que consideramos que debe ser».

En el caso del gobierno, ese modelo pasa por «potenciar a función residencial na cidade, promovendo á vez un axeitado equilibrio doutros usos complementarios», según la concejala de Urbanismo, Mercedes Rosón, quien reiteró que el ejecutivo no está contra las VUT, aunque sí entiende que había que regularlas. «A súa imparable proliferación estaba a crear fonda preocupación na cidadanía, que reclamou que o Concello tomase medidas para controlar a situación», dijo la edila para justificar una regulación que aporta «a mellor das solucións posibles, aquela que pode que non contente a todo o mundo, pero que lle dá acubillo aos lexítimos intereses dunha gran maioría de todas as partes».

Pese a su respaldo, CA insistió en sus críticas a la falta de diálogo que observó en el gobierno en este proceso —desmentida por Rosón—, crítica compartida con el resto de la oposición, con la que también coincidió en apuntar algunas «deficiencias» del documento, aunque la formación municipalista defendió la necesidad de fijar ya una regulación. Y pese a entender que esta «pode ser mellorable», también asumió que da un paso importante en la regulación de los usos turísticos. «Vai na boa liña da regulación», dijo Jorge Duarte, aunque echase en falta un tratamiento de las denominadas zonas sensibles para las VUT que tenga en cuenta las casuísticas de cada ámbito, y a que no aborde la cuestión del comercio como demandaba CA.

Viviendas vacías

El popular José Antonio Constenla reiteró su convencimiento de que se parte de un diagnóstico errado sobre el impacto de las VUT y que limitarlas a las primeras plantas es un agravio. El PP advirtió, como el BNG y el concejal no adscrito, Javier Fernández, que acabará dando pie a recursos judiciales, una posibilidad que vinculan con la «falta de diálogo e consenso», aunque el portavoz socialista, Sindo Guinarte, apuntó que el consenso no es garantía en ese caso, si bien defendió que sí había habido el diálogo que cuestiona la oposición y que niega el sector de las VUT.

Goretti Sanmartín (BNG) insistió en discernir entre pequeños y grandes propietarios, tildó de «arbitrariedade pouco xustificada» la limitación de las VUT a las plantas bajas y proclamó que se puede hacer más para movilizar la vivienda vacía. El alcalde, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, apuntó que la regulación de estas últimas es una asignatura pendiente de la Xunta desde hace 15 años y calificó el acuerdo de ayer como «o máis transcendente do mandato».

Una ordenanza fijará las condiciones para legalizar las VUT ya activas

El Ayuntamiento comenzará ahora a trabajar en la redacción de una ordenanza que regule todas las casuísticas de VUT (además de las permanentes también se permiten las ocasionales con no más de 60 días de actividad turística y la ocupación de habitaciones en viviendas habituales) y que fije las condiciones para la regularización de las que funcionaban con anterioridad a la revisión del PXOM, siempre que puedan demostrarlo y además cumplan con todas las medidas que exige la normativa sectorial. La regularización se abrirá a todas las VUT, estén o no registradas en la Xunta, con excepción de las del casco histórico, donde están prohibidas.

La redacción y tramitación de la ordenanza precisa varios meses, con lo que su aprobación dependerá de la próxima corporación. La oposición cuestionó ayer que no estuviese ya avanzada, para conocer el alcance de las medidas que plantea el PSOE, y CA aludió a ella como uno de los canales para mejorar alguna de las cuestiones en las que considera que flojea la regulación aprobada ayer. Y Aviturga insiste en que la regularización se abra a las VUT del casco viejo.