Aitara, la «influencer» de Compostela a la que piden consejos de moda las invitadas de boda de tres continentes distintos

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Aitara Pardo, que actualmente vive en Barcelona, en una de sus últimas visitas a Santiago.
Aitara Pardo, que actualmente vive en Barcelona, en una de sus últimas visitas a Santiago. CEDIDA

Compagina su trabajo en el sector hotelero con la creación de contenidos para Instagram y tiene ya más de cien mil seguidores

10 feb 2023 . Actualizado a las 08:33 h.

Es el momento del año en el que empiezan a llegar las invitaciones para las bodas, comuniones y eventos varios de esta primavera y verano. Y, para Aitara Pardo Angueira, supone que se disparen las consultas sobre moda que le hacen las invitadas a ceremonias nupciales, e incluso las propias novias. Aunque esta compostelana de 30 años estudió Dirección y Gestión Hostelera en el Centro Superior de Hostelería de A Barcia y trabaja en el sector hotelero, compagina su profesión con la creación de contenidos digitales en Instagram. A través de su cuenta @by_littlepony comparte «inspiración» para aquellas que tienen previsto asistir a un enlace y ya acumula más de 104.000 seguidores.

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Hija de un inspector sanitario y de una mujer que se dedicó al mercado inmobiliario, dice que su pasión por la moda no viene de herencia familiar; «aunque mi abuela sí que era modista, ahora que lo pienso —apunta—. Abrí la cuenta hace muchísimo tiempo, por el 2015, cuando todavía estaba arrancando Instagram, como si fuera un Pinterest personal, porque me gustaba el tema de las bodas. La retomé en la pandemia para compartir los looks que a mí me gustaban y empecé a publicar también algún contenido propio», relata. ¿Y cuándo pasó de ser un entretenimiento a tener miles de seguidores? «Al acabar mis estudios en Santiago me fui de prácticas un año a China, a la aventura, y luego estuve en Lanzarote. Fue allí cuando noté ese salto en el alcance. Creo que la clave fue la naturalidad y que siempre subo 10 looks diarios, no solo de marcas nacionales sino también internacionales, desde alta costura hasta estilismos low cost. Abarco un poco de todo y muchas acaban en mi cuenta para coger ideas», indica.

El volumen de visitas, dice, «es muy estacional», pero según se acerca la temporada de eventos llegan a ser millones al mes. «También me sigue gente de Estados Unidos y Sudamérica, por ejemplo, y allí los meses de verano van al contrario que nosotros, por lo que siempre me llegan mensajes pidiendo consejos», dice Aitara, a la recurren personas de hasta tres continentes distintos. A esta exalumna de Compañía de María que vivió hasta pasados los 20 en el centro urbano santiagués le han escrito en estos últimos años desde novias de Brasil hasta invitadas de Israel, pero «el 95 % son mujeres de España», destaca. «Me contacta tantísima gente que incluso algunas piensan que tengo una tienda. Tengo anécdotas para escribir un libro... y, de hoteles, otras tantas», comenta entre risas la treintañera.

¿Y qué será tendencia este año? «El naranja, sobre todo, y la gama de colores vivos; los maxi-lazos se siguen llevando, y a mí no me pueden faltar nunca las plumas y el brilli. De todas formas, el mensaje que siempre intento dar es que cada una de nosotras somos únicas y especiales; está bien seguir modas, pero no todas las modas son para todas. Al final creo que las personas decimos mucho de nosotras y de nuestro estado de ánimo en cómo vestimos. Puede que se pongan de moda, por ejemplo, los pantalones campana y a mí por mi físico no me quedan bien, pues no me los pongo. Tengo que estar yo cómoda y verme yo cómoda. Con las bodas es lo mismo, es un día para expresar quienes somos y cómo nos sentimos, es un día de celebración pero seguimos siendo nosotras. Arriesguemos, salgamos de nuestra zona de confort las que nos sintamos que tenemos que hacerlo, pero sin perder nuestra esencia. Un error habitual, es que muchas veces no pensamos en qué tipo de celebración es, dónde y a qué hora. Ese, digamos que es el fallo más común. También hay que fijarse en el tipo de invitado que va a la boda y qué boda quieren los novios, si formal o informal. Si algún día me caso, a quien entre con vaqueros o sin corbata lo mato, con cariño, pero hay otros novios que quieren todo lo contrario. Así que yo diría que hay que empatizar con los novios, saber qué boda quieren y vestirnos acorde», concluye. 

La fascinación por las bodas le viene a Aitara ya desde pequeña. Ahora @by_littlepony está enfocado, principalmente a las invitadas. Antes, explica, había una publicación diaria dedicada a las novias. Intenta, asimismo, aportar de vez en cuando ideas para «madrinas cañeras», además de crear guías de tiendas por ciudades y algún contenido personal, de su día a día. ¿Y lo de pasar por el altar ella? «Hasta hace muy poco sí era como una obsesión para mí, pero ahora soy más de la idea que si surge estaría de maravilla, pero tampoco es ya algo que le robe el sueño».

Sobre el eterno debate DE si hay que llevar tacones por norma o no, ella defiende que depende una vez más del estilo y disposición de cada persona: «Al final, si no estás acostumbrada a llevar tacones, quedan hasta feos en el andar. El truco, para las que no los suelan usar, es escoger un par que tenga una pequeña base de plataforma por delante para que le pie no sufra tanto y con un tacón más gordito. Cuanto más fino, peor. Yo, que soy bajita, no uso planos, pero hay alpargatas que son súper bonitas. En realidad, no hay nada escrito. Lo fundamental es que estés cómoda y te veas guapa. También es verdad que yo soy de las que defiendo que merece la pena invertir en calzado de calidad. Puedes comprar un modelo de un buen diseñador y te queda para siempre, no solo para un día. Es más, ahora se lleva mucho eso de que las novias metan color al zapato». Aitara también dice sí al complemento, especialmente para «potenciar los looks más sobrios»: «El tocado o la pamela no es algo que yo use, por ejemplo, pero me encanta verlo. Depende del conjunto que vayas a llevar. A mí me parecen súper bonitos y denotan mucha personalidad».

El nombre de @by_littlepony, confiesa la compostelana que reside actualmente en Barcelona, es un guiño a un apodo cariñoso que le pusieron por llevar botas de estilo australiano en invierno. Decían que sus pies se parecían a los de un poni, y de ahí la referencia. Constata que es más habitual que la reconozcan por la calle en Madrid o Barcelona, pero en Bertamiráns (Ames) ya hubo quien la identificó por su cuenta de moda en Instagram.