Ana Sotuela, artesana: «Las joyas personalizadas tienen tirón, la gente quiere piezas únicas»
SANTIAGO CIUDAD
Durante la pandemia decidió abrir su propio taller y creó Morna
16 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Tras estudiar Historia del Arte y Arqueología, Ana Sotuela (O Barco de Valdeorras, 1992) no estaba del todo convencida de que ahí estuviese su futuro. «Es difícil encontrar trabajo como arqueóloga», relata en base a su propia experiencia y a la de sus compañeros. Además, reconoce, «no era algo que me apasionara». Así que decidió buscar otro camino. Su hermana, Sara, había estudiado Diseño y Joyería, así que ella decidió probar en esta última disciplina. Un pequeño curso en Vigo le dio las conocimientos necesarios para conseguir una beca y trabajar en una empresa del sector en Santiago de Compostela, la ciudad a la que se había mudado cuando entró en la universidad y donde seguía viviendo. En ese puesto estaba cuando llegó la pandemia del coronavirus. En el confinamiento regresó a O Barco. Fue un período con mucho tiempo para recapacitar y Sotuela se lanzó a la piscina. «En la empresa en la que estaba no podía quedarme y al encerrarnos me decidí a montar mi propio taller», relata. A finales del 2020 su sueño se hizo realidad en la casa de sus padres.
Llamó a su proyecto Morna, una palabra que usaba mucho su abuelo cuando hablaba de tomarse la leche y porque define lo que ella hace. «El metal hay que templarlo para poder trabajar con él», apunta. Siempre usa plata. «Tiene un brillo especial que me gusta mucho», destaca. No le convence, por contra, el dorado. Para dar un toque de color a sus piezas recurre al esmalte.
«Quería hacer algo artesanal pero no tradicional, sino moderno», relata. Algo desenfadado dirigido al público de su edad. Al menos esa era su idea inicial, porque su experiencia en estos poco más de dos años de andadura es que sus diseños gustan a personas de todas las edades. «De hecho, empecé vendiéndole sobre todo a gente mayor, que fue algo que me sorprendió mucho», confiesa.
Tiene cuatro colecciones en el mercado, compuestas fundamentalmente por pendientes, pero en las que también hay anillos, pulseras y collares. La última, llamada Topitos, la ideó pensando sobre todo en niñas. Es de líneas sencillas y con un toque de color y está formada por piezas de pequeño tamaño. Está teniendo muy buena acogida, dice, y no solo entre las más pequeñas de la casa.
En mente la quinta colección
En la cabeza de Sotuela ya ronda una quinta colección, aunque todavía está en fase de creación. Para inspirarse, dice, no suele seguir una temática concreta, aunque para la primera sí se fijó mucho en la estética de los años 20. En las demás optó por un trabajo a base de ensayo-error, cuenta. «Hago mucho trabajo en el taller, buscando algo que yo me pondría. Y pieza a pieza va surgiendo poco a poco una colección más completa», explica la creadora.
También acepta encargos. «Las joyas personalizadas tienen mucho tirón. Estas Navidades por ejemplo se vendieron mucho, porque la gente quiere piezas únicas», explica. Los gemelos de boda con el nombre de los novios, dice, son lo último. «Hay mucha demanda», asegura.
Ahora Sotuela se prepara para regresar a Santiago. Ya tiene buscado el lugar en el que instalar su taller. Se va, pero siempre con un pie en casa. «Muchos de mis clientes están aquí, así que seguiré viniendo mucho para que puedan ver mi trabajo», señala.
«Me encantaría que Morna fuese una marca conocida en Galicia»
Morna es el proyecto personal de Ana, aunque no está sola. A veces le ayuda su hermana, Sara. «Trabaja en otra empresa, pero colabora mucho conmigo», destaca. Cuando puede, además, le acompaña a las ferias. «En general, la gente valora el trabajo artesano. Las ferias te permiten ver el interés de la gente y también me sirven para saber que la gente prefiere ver las joyas antes de comprarlas», destaca. Por eso además de ir a los mercadillos que puede, Sotuela, que posee sello de Artesanía de Galicia, tiene parte de su trabajo en tres tiendas de Santiago: Amboa, Decotío y Ratas con faca. Reconoce que en esa cuestión está un poco estancada, «porque quería darle una oportunidad a la web»; pero planea buscar nuevos espacios para llegar a más público. «Quiero estar en más tiendas, en Santiago pero también en Ourense», avanza.
Abrir nuevos mercados es uno de sus objetivos para el nuevo año. Por eso va a seguir yendo mercadillos, aunque intentará dar el salto a ferias más profesionales. No se pone límites. «Me encantaría que Morna fuese una marca conocida en Galicia», relata. Y que eso se traduzca en ingresos: «Me gustaría vivir de la joyería».
Quién es
DNI. Ana Sotuela Crespo nació en O Barco en 1992.
Qué hace. Tras estudiar Historia del Arte y Arqueología decidió formarse en joyería. A finales del 2020 abrió su propio taller en la casa de sus padres en O Barco. Ahora planea mudarse a Santiago de Compostela, ciudad en la que vivía cuando irrumpió la pandemia del coronavirus.