Robert Musker: «La clave del éxito del inglés en el mundo es su facilidad»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

El Centro Británico lleva más de 40 años enseñando el idioma a miles de alumnos, «cuando abrieron mis padres había colas, era la primera academia en Santiago»

08 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Robert Paul Musker Martínez (Santiago, 1978) aprendió inglés desde la cuna. De padre de Liverpool y madre de Burgos, este compostelano dirige el Centro Británico, la primera academia que abrió en Santiago para la enseñanza del idioma. 

—El centro arrancó en 1979, ¿cómo ha cambiado desde entonces?

—Sé que había una cola muy larga cuando abrieron mis padres porque era la primera academia de inglés y todo el mundo estaba deseoso de aprender el idioma. Fue la primera en Santiago pero ya había oferta en Galicia, de hecho teníamos cercanía con academias de Vigo, Lugo y A Coruña.

 —Habrá cambiado mucho el alumnado.

—Yo también fui alumno y un profesor que me dio clase sigue en el centro. Ahora tenemos hasta cursos de baby english para niños que con un año vienen con los padres. Solos empiezan a los tres o cuatro años y desde los 4 pueden optar por la modalidad hybrid, un sistema que funciona para ellos. Hay casos de niños pequeños a los que les beneficia porque son más tímidos o vergonzosos y ese punto de seguridad que les da su habitación hace que participen más activamente.

—Desde la pandemia han asentado el modelo Go hybrid.

—Todo comenzó en la pandemia, donde aprendimos cosas que fueron claves para este sistema. Nos pusimos manos a la obra bastante pronto y el lunes 16 de marzo nos pasamos a las clases on line, fuimos capaces de no tener que cancelar ninguna. Ese verano trabajamos mucho e ideamos el sistema hybrid, una extensión del sistema on line. Lo que primero pensamos que era comprar una webcam acabó siendo equipar el aula con tres micrófonos, espuma acústica, una mesa de mezclas, un ordenador y altavoces para escuchar a los que están en sus casas. Ahora tenemos tres modalidades: 100 % telepresencial, 100 % presencial o híbrido. Con este último tienes tu lugar físico en clase pero si un día no puedes llegar te quedas en casa, o si te vas de viaje puedes conectarte desde el hotel. Tenemos alumnos niños que están en Cee, Vilagarcía o Madrid.

—¿Afecta a las academias la progresiva inmersión lingüística en inglés de los colegios?

—No, en cuanto a alumnos jóvenes hemos mantenido una línea parecida desde hace muchos años. Hubo un bum de adultos que necesitaban el certificado B1 o B2 después de la crisis, pero en niños y adolescentes nos mantenemos estables. Ahora tenemos más niños que nunca en la historia del centro 

—¿Cuál es el método de enseñanza de El Centro Británico?

—No hay un método en sí. Contamos con grandes profesionales y todos nuestros profesores cuentan con un curso Celta en el que son preparados con clases teóricas y prácticas con alumnos reales. Se especializan en las edades en las que enseñan porque los niños aprenden de manera más natural y con ellos se usan técnicas diferentes.

—¿Aprenden mejor?

—No es que aprendan mejor, aprenden diferente. Pero la clave para unos y otros es que las clases sean amenas y divertidas, porque en ese estado nuestra mente siempre va a aprender mejor. Otro factor es el desarrollo continuo de los profesores, es algo vocacional. Nosotros desde el 79 hacemos una reunión de dos horas el viernes y eso no ha cambiado en cuarenta años, antes era más de creación de contenido y ahora es más formativa. Los grupos deben ser homogéneos, no se pueden mezclar niveles, tenemos un máximo de doce alumnos por clase y hay un trabajo en equipo, porque los buenos profesores piensan primero en todos los alumnos de la academia y luego en los suyos. El centro siempre deja un espacio para la libertad del profesor pero los alumnos pueden cambiar de grupo u horario y deben sentir que siguen en el mismo curso. Y siempre recomendamos ir a los exámenes de Cambridge, somos centro examinador desde el 85 y creemos que es muy importante acudir porque este examen te ayuda a saber el nivel de competencias lingüísticas que tienes.

 —¿Tienen un nivel alto de aprobados en Cambridge?

—Muy alto, no del 100 % porque no le quitamos a nadie la oportunidad de ir. Si recomendamos a alguien con seguridad es muy raro que suspenda.

 —¿El inglés es un idioma fácil?

—Hay gente a la que le cuesta mucho aprender el idioma y gente a la que le cuesta menos.

 —O sea que es cierto eso de que hay personas con más facilidad para las lenguas.

—Sí, y hay gente que aprende los idiomas de una manera y otra que los aprende de otra. Es importante que el profesor sepa qué manera tienen de aprender sus alumnos. 

—Pero en general no es complicado.

—No, yo creo que la clave del éxito del inglés en el mundo es su facilidad, pero ojo, es aprender un idioma. 

 —¿Qué es lo más difícil?

—Quizá requiere más práctica y menos horas de estudio que otros idiomas, pero yo no soy un académico.

—¿Cómo cambia el método en función del nivel, la edad o el objetivo para el que se estudia inglés?

—Cambia, tenemos una oferta en función del nivel, las necesidades y la edad. Hay adultos que tienen ya un nivel adecuado y solo quieren prepararse para el examen, por lo que tenemos un curso de 30 horas en el que se explica la estructura del mismo. Otros no tienen ningún interés en examinarse y hay un curso intermedio para gente que quizás en un momento quiera presentarse a esta prueba pero no es su objetivo último. Desde el 2014 somos también centro OIT, el examen Cambridge para el ámbito sanitario. Es un examen que piden en Reino Unido para captar a sanitarios, y que permite saber que no solo tienen el nivel adecuado sino el vocabulario específico del sector.

—¿Trabajan en más cursos específicos para profesionales?

—Sí, de business, de comercio exterior, cursos para empresas o incluso particulares, otros que llamamos cursos píldora para redactar en inglés, atención al público, saber hacer entrevistas de trabajo, inglés financiero, para turismo o inglés médico de diferentes niveles. También formamos a profesores de inglés con clases en las que tienen que impartir docencia a alumnos reales, lo que permite que se den cuenta de si eso les va a gustar o no.

—¿A qué edad hay que empezar con el inglés?

—Cuanto antes mejor, con baby english notamos que esos niños con los años mejoran mucho, sobre todo en pronunciación, cogen mucho oído.

—¿Qué objetivos tiene El Centro Británico a medio plazo? ¿Ampliar centros?

—De momento tenemos en Santiago, Bertamiráns y O Milladoiro. El hybrid fue un punto de inflexión muy importante porque nos da una flexibilidad brutal. En los próximos meses vamos a instalar pantallas interactivas en lugar de proyectores y otro avance importante ha sido implantar medidores de CO2 en todas las aulas, lo que hace que el trabajo de nuestros alumnos sea más eficiente porque el nivel de CO2 es bueno.  

—¿Hay mucha competencia de academias? ¿Y desleal?

—La competencia es muy alta, tanto en Santiago como en el resto de ciudades de España. Y sigue habiendo competencia desleal de clases particulares o academias que no contratan regularmente a todos sus profesores. Esto influye en los precios y perjudica muchísimo al sector.