Esta pareja de Sicilia empezó el 2023 con una pedida de mano al final del Camino de Santiago

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Dos peregrinos, Gioele y Federica, se prometieron a su llegada al Obradoiro y protagonizaron un romántico momento

04 ene 2023 . Actualizado a las 09:41 h.

Cuando Federica Briguglio llegó con su novio a la capital portuguesa para recorrer juntos el Camino de Santiago no se esperaba el final de su aventura. La italiana de 23 años y Gioele Smeraldi, de 26, salieron el 11 de diciembre de Lisboa. Caminaron hasta Coímbra, pero dicen que era imposible continuar por esta ruta jacobea porque «estaba todo cerrado». Decidieron viajar hasta León y emprender el Camino Francés desde allí hasta Compostela.

La pareja de Mesina (Sicilia) pasó Fin de Año en Palas de Rei, donde se juntaron con otros peregrinos para disfrutar de una cena de Nochevieja a base de pasta amatriciana en el albergue municipal. Cuentan que no esperaron a las doce de la noche para comer las uvas, sino que se despidieron a las diez y media, ya que al día siguiente les esperaba un buen madrugón y otros 30 kilómetros bajo la lluvia. Era la primera vez que Federica hacía el Camino, la segunda para Gioele (que ya lo completó el año pasado), y su llegada al Obradoiro fue memorable.

«Yo estaba tranquila, grabando un vídeo de la Catedral de Santiago, y cuando me di la vuelta lo vi a él, con el anillo. Se arrodilló y me pidió matrimonio», cuenta la joven, quien se echó a llorar y ni siquiera era capaz de pronunciar un «si, voglio» como respuesta. No se lo esperaba, fue como un sueño, relata, y el resto de la plaza se sumó a la celebración —muchos, visiblemente emocionados con la escena—. Revela él, un pizzaiolo (cocinero en una pizzería) que decidió pedir la mano a la profesora de baile con la que lleva saliendo tres años, antes de partir de Sicilia. Llevaba la alianza en la mochila, escondida, y asegura que durante el viaje lo tuvo aún más claro: «Me quedo con la libertad que te transmite el Camino. Y, haciéndolo juntos, me sentí igualmente libre». Su ya prometida, a la que conoció porque frecuentaba la iglesia en la que es pastor su padre, disfrutó especialmente de la belleza de la naturaleza, de reconectar «con la energía que viene de la tierra y que en la vida normal a veces se nos olvida».

Los novios partirán hoy hacia Finisterre y el 9 de enero regresan a casa. Todavía no saben cuándo tendrá lugar la boda exactamente. Primero, tienen que ahorrar para la celebración, aclaran. Y, aunque tampoco han decidido dónde será, valoran la posibilidad de contraer matrimonio en Santiago para cerrar el círculo que rodea al capítulo de tradiciones jacobeas entre parejas, pues -en parte- se embarcaron en esta peregrinación «por un dicho, que dice que si terminas el Camino con alguien vais a estar toda la vida juntos».