El bar de la montaña de regalos solidarios: un juguete por un café

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

El Rock Café lleva todo el mes recogiendo donaciones en Santiago para hacérselas llegar a los niños con menos recursos esta Navidad

30 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo han vuelto a hacer. Una montaña de juguetes se ha apoderado, un año más, del Rock Café. Y cada día crece con un peluche o dos más, con un camión con grúa, juegos para la consola, una guitarra de plástico... y hasta una bicicleta. En este bar de Santiago ya se ha convertido en una tradición recoger los regalos donados para los niños con menos recursos a cambio de un café cuando se acercan las Navidades. La campaña lleva en marcha todo este mes, continuará hasta el segundo fin de semana de diciembre, aproximadamente, y «ya casi no cabemos aquí», dice con voz animosa Juan Manuel Rey, mano derecha de su hija Laura en el establecimiento de República Arxentina.

«Vamos a tener que pedir a los voluntarios de San Vicente de Paúl que vengan a sacar cosas, porque ya casi no caben los clientes las noches del viernes o del sábado, cuando más gente tenemos, y conviene tener espacio también para ellos», razona este motero de alma roquera. «El año pasado fue desbordante todo lo que recibimos. Tuvimos que llamar a la fundación varias veces para que viniesen a llevarse juguetes y dejar sitio para los que seguían trayendo. Supongo que, como en el 2020 no hicimos la recogida por la pandemia, había más juguetes parados en las casas para donar. Y este año está yendo también muy bien», destaca el hostelero, quien atribuye todo el mérito «a que la gente es muy solidaria». Laura, indica, es la gran impulsora de la iniciativa, que arrancó allá por el 2015.

¿Y qué los mueve a ellos para repetir año tras año? «En parte es porque somos moteros y compartimos ese espíritu de humanidad. El marido de mi hija es miembro de los Black Birds, unos moteros de Santiago que tienen el corazón de oro, y entre ellos y nosotros empezamos a organizar todo esto. Alguna Navidad incluso hicimos un recorrido en moto para llevar los regalos hasta la fundación y es posible que lo retomemos. Es digno de ver el momento en el que juntan a los niños y van recogiendo sus regalos, es muy emotivo y se te saltan las lágrimas», reconoce. Y no solo comprueban como con muy poco se puede hacer feliz a un pequeño, sino también «la ilusión con la que los niños entregan sus juguetes en su negocio. A algunos les cuesta trabajo deshacerse de ellos, pero acaban cediendo para que otros tengan con qué jugar y, en compensación, les damos un batido de ColaCao. Esos detalles son los que te motivan para seguir haciendo esto», continúa Juan Manuel, quien ya ha visto a vecinos de Pontevedra y Lugo llegar con sacos llenos a su bar aprovechando que venían a visitar a su familia a Santiago. Además, invitan a aquellos más generosos a donar también leche para bebés. Sin la necesidad de abarrotar su local con cientos de bolas de colores y espumillón, el Rock Café desborda estos días verdadero espíritu navideño, del bueno.