Compra un coche a nombre de su suegro sin su consentimiento y descubren el embrollo por una multa en Santiago

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

Magistrados de la sección compostelana de la Audiencia Provincial durante la celebración de un juicio
Magistrados de la sección compostelana de la Audiencia Provincial durante la celebración de un juicio PACO RODRÍGUEZ

El padre de su pareja se enteró al ver que le embargaban 1.340 euros de su pensión por un exceso de velocidad que no había cometido

20 nov 2022 . Actualizado a las 19:15 h.

Un chanchullo en la compra de un vehículo le ha salido caro a un compostelano. Para evitar la posibilidad de que le embargaran el coche como consecuencia de una deuda de un familiar al que había avalado, optó por firmar los documentos de venta y el cambio de titularidad a nombre del que en aquel momento era su suegro. El problema es que no le dijo nada al padre de su pareja, que descubrió el embrollo cuando le llegó una multa de tráfico por un exceso de velocidad que no había cometido. Denunció y el acusado ha sido condenado por un delito de falsedad en documento oficial. Inicialmente, el Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago le impuso una pena de nueve meses de prisión y 1.440 euros de multa, pero la Audiencia Provincial, al resolver el recurso de apelación, ha decidido rebajarla a seis meses de cárcel y 1.080 euros por considerar que debió aplicársele la atenuante simple de dilaciones indebidas.

El caso se ha resuelto este año, pero los hechos se produjeron en el 2016, concretamente el 3 de junio de ese año, cuando el acusado acudió a un establecimiento y compró un Volkswagen Passat y «con la finalidad de evitar las responsabilidades que pudieran derivarse de la constancia oficial como titular del vehículo», señala la sentencia, aparentó que la compra la hacía su entonces suegro, con el que convivía, «simulando o haciendo que otro la simulara en su beneficio» la firma del padre de su pareja, que desconocía el asunto.

La rúbrica simulada del suegro fue así la que se estampó en los documentos que se presentaron ante la oficina local de Tráfico de Santiago, de forma que quedó registrado de forma oficial que el vehículo era propiedad del denunciante.

Un mes después, el acusado cometió una infracción de tráfico al exceder la velocidad permitida. Y como el titular del vehículo era el suegro, fue al denunciante al que acabaron embargándole su pensión hasta completar la cantidad total de 1.340,49 euros correspondientes al importe de la multa por no identificar al conductor del vehículo, así como por no haber abonado el impuesto de circulación de los años 2017 y 2018, a lo que hubo que sumar recargos e intereses.

Son precisamente esos 1.340,49 euros, más intereses, los que el denunciante tendrá ahora que pagar a su ex suegro en calidad de indemnización.

El condenado nunca negó que fuese él el que comprase el vehículo ni que le pusiese a nombre del que era su suegro en aquel momento, pero alegó que tenía el consentimiento del denunciante, algo que el perjudicado rechaza.

En cuanto a quién simuló la firma del denunciante, el tribunal explica que el delito de falsedad documental no es «de propia mano» y que «basta que el acusado haya tenido el dominio funcional de la acción» en el supuesto de que haya sido un tercero el que haya rubricado los documentos que, en definitiva, ha sido a él a quien le han producido un provecho.