La ubicación a menos de un metro del paso del bus inutiliza varios bancos en Concheiros

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

Los asientos se colocaron en la margen derecha de las aceras hacia San Pedro

13 oct 2022 . Actualizado a las 22:07 h.

Durante la tarde del lunes pasado se colocaron bancos en la margen derecha de la acera de la rúa de Concheiros hacia San Pedro. Los elementos, cuya función principal es la de ofrecer lugares de descanso para los vecinos, vendrían a cumplir también con otra misión, que es la de evitar que los vehículos invadan excesivamente el espacio estrictamente peatonal. La intención a simple vista es la de incrementar la seguridad de los peatones, que carecen de barrera protectora en ese lado de la calle, una función que hacen en el margen opuesto de la vía los jardines que delimitan perfectamente ambos espacios.

El problema es que la ubicación escogida para esos bancos no ofrece ninguna seguridad a los vecinos, que se preguntan quién es el autor de «semejante ocurrencia», como la calificaba el martes un hombre en un corrillo de vecinos reunidos en torno a uno de esos nuevos asientos.

Los han instalado a unos 50 centímetros del bordillo de piedra que delimita la zona peatonal de la calzada. Es un espacio que se invade parcialmente cuando pasa un autobús y en su totalidad cuando se cruzan dos vehículos de grandes dimensiones que circulan en direcciones opuestas. En esos casos, las piernas de quienes se atrevan a sentarse en los bancos quedarán en una posición de enorme riesgo.

XOAN A. SOLER

La ubicación elegida para los asientos es tema recurrente en las conversaciones de los vecinos de Concheiros y en las tertulias de quienes acuden a los cafés de la zona. Manuel indica que, salvo los turistas que no saben que pasan autobuses por esta calle, nadie se sentará en esos bancos. Otro vecino ironiza que «tiraron» los bancos en la calle porque, seguramente, sobraron de otro sitio. En la administración de lotería califican la ubicación de «ocurrencia» y en otros comercios aseguran que no dan crédito ante la solución con la que se pretendía dar seguridad al peatón. A pie de calle, otros vecinos señalan que no usarán esos bancos por estar muy cerca de la calzada, pero sí emplean los instalados junto a los jardines porque perciben que son seguros.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Veciños A Xuntanza de San Pedro, Montse Vilar, apunta que los bancos solo tienen la función de servir de «barreira e é un risco estar aí». Lamenta que este tipo de elementos sean los elegidos para «unha suposta humanización» de la calle Concheiros. «Nós pensamos que escollerían o modelo da entrada da rúa de San Pedro, que realmente serve para que os veciños estean alí». Vilar objeta, con su instalación, «aqueles tres ou catro metros de beirarrúa que ía ter esta marxe da rúa para os veciños queda en dous, porque aínda van pór macetas. O final queda o mesmo espazo de antes, e por enriba sen seguridade». La portavoz vecinal denuncia también la suciedad que se acumula en la calle, y la gran cantidad de residuos que aparecen en los espacios ajardinados.

Sin luz en el paso de peatones del cruce con la avenida de Lugo

Las luces instaladas en el suelo del cruce de Concheiros con la avenida de Lugo para avisar a los peatones de que el semáforo está abierto o cerrado no han durado mucho en buen estado. Desde hace días, varios tramos de las luminarias a ambos lados de la avenida permanecen apagados. No se ponen ni rojas ni verdes. Las luces estropeadas coinciden tanto con los tramos sobre los que circulan los vehículos como por aquellos por los que solo deberían pasar peatones.

La avería de las luces, que tienen la función de alertar a los caminantes, está provocando que más personas —fundamentalmente peregrinos que no conocen la zona— crucen de un lado a otro de la avenida sin atender a los semáforos instalados en la calle, porque pasan más desapercibidos. La presidenta de la Asociación de Veciños A Xuntanza de San Pedro comenta que las luces «non funcionan dende hai moitos días», pero confía en que los conductores respeten el límite de velocidad fijado para el tramo del cruce de Concheiros: «É certo que non é o mesmo un golpe a 20 que a 50. O ideal é que non se produzan sustos». Aún así, lamenta que, en el panel informativo que indica la velocidad a la que se circula por el cruce, «no soen verse velocidades inferiores aos 30 por hora. O habitual é máis». Por eso, Montse Vilar llama a la prudencia de peatones y conductores, y confía en que se repare las luces averiadas.