Carlos Debasa: «Regular las VUT es decisivo para solventar el problema de la vivienda»

Carlos Debasa (Valencia, 1978) es portavoz de la Plataforma por la Regulación de las Viviendas de Uso Turístico de Galicia, Previturga, y preside el colectivo gallego de inmobiliarias, Agalin.

—El Concello de Santiago tramita una regulación de usos urbanísticos que limita la ubicación de las viviendas de uso turístico (VUT). ¿Es una victoria de Previturga?

—Yo creo que es consecuencia de aplicar el sentido común a la situación del sector de la vivienda en Santiago y sobre todo del alquiler de larga duración. Yo no leería esta nueva regulación en términos de victorias o derrotas, sino en el bienestar común. Es muy difícil encontrar tantos apoyos de colectivos tan diversos como el que tiene esta nueva regulación, profesionales, sociales: de hostelería, vecinales, estudiantes, de la USC, consumidores, inmobiliarias, todos están en Previturga.

—¿Los cambios en marcha solventarán la situación?

—Es un primer paso para solventar el problema de la vivienda en Santiago. La regulación y ordenación en cuanto a la ubicación o no de VUT ayudará de forma considerable. Será un factor decisivo, que no asegura el 100 % del éxito y que no será el único, porque ya se desarrollan otras medidas.

—¿Cuáles son?

—Por ejemplo, la Xunta, a través del Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS), fomenta el alquiler de larga duración con una serie de ayudas y bonificaciones fiscales, tres seguros gratuitos, bonificaciones para reformar las viviendas ... Con todas estas iniciativas desde la Administración pública, más la regulación, es muy posible que el problema del alquiler en Santiago se vea muy aliviado y muy mitigado con respecto a como está ahora.

—¿Existe disponibilidad hoy?

—Muy poquita. Han tenido problemas familias y estudiantes, pero desde que el Concello anunció la regulación y la nueva normativa para las VUT, y se inició el envío de cartas a propietarios [con sanciones], ya hay un número considerable de viviendas que estaban en alquiler turístico que están volviendo al de larga duración. Pasó también en San Sebastián, donde cayeron un 50 %.

—Cuando se habla de un millar de VUT en Santiago, sus propietarios contraponen la bolsa de 9.000 viviendas vacías. ¿Cuál es la realidad de las cifras?

—Hay una absolutamente contable: las VUT registradas en la Xunta, que están medidas a la perfección y es un dato inapelable. Para las viviendas cerradas no hay un registro: cada uno sacará la cuenta como más le convenga, para unos habrá muchas y para otros menos. Existen, y en número importante: Galicia, y en particular Santiago, es un ejemplo paradigmático. En ningún otro sitio existen tantas viviendas vacías. Una parte de la solución del problema pasa por movilizar todas esas viviendas vacías, sin duda; y por ahí van todas las ayudas del IGVS. Pero las viviendas vacías siempre han estado ahí, y nunca ha habido el problema actual, que se da por la proliferación desproporcionada y descontrolada de VUT. Y sobre estas, que están perfectamente localizadas, sí se puede actuar: las que cumplan la normativa, bienvenidas sean, porque nadie está en contra del modelo; y las que no, hay que cerrarlas. Debe asegurarse que se inspeccionan, se sancionan y se proponen para cierre.

—Desde el colectivo de las VUT se pide una moratoria para las que están registradas en el REAT.

—Yo creo que es inviable y no tiene sentido. Santiago no puede admitir que se postergue más la regulación. Ya la anterior administración del Concello, con CA, acometió un primer intento pero por trámites administrativos que no se hicieron de la manera correcta hubo que desandar y volver a andar todo el camino. Ya no valen más medidas paliativas: hay que regular, cuanto antes, y de manera decidida, que es como lo está haciendo el Concello.

—¿Qué porcentaje de VUT irán al alquiler residencial?

—Depende de varios factores. El primero, lo atractivos que seamos, desde el Concello y la Xunta a las agencias inmobiliarias. Si les damos ayudas, bonificaciones, si incentivamos la nueva situación de vivienda de larga duración, les aportamos seguridad y profesionalidad en el trato con los inquilinos, estoy seguro de que muchos propietarios estarán dispuestos a colocar su vivienda en el alquiler de larga duración. Tengo esa seguridad porque desde las inmobiliarias hemos vendido muchos pisos como inversión para destinar a uso turístico. Es lógico y plausible. Y esos propietarios no van a cerrar sus viviendas, necesitan tener una rentabilidad porque muchos compraron con hipotecas: tienen que tener movimiento esos pisos, no pueden permitirse tenerlos cerrados. Así que, si somos atractivos, los traerán al alquiler de larga duración. Otros irán a la venta.

—¿A qué precio?

—Muchos propietarios de VUT comentan que si van al mercado de larga duración subirán los precios, porque sus viviendas son de mucha calidad. No tengo duda de esa calidad, pero aunque se marque un precio a la casa, al final lo regula el mercado. Y si no se baja, quedarán vacías.

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