Radio Taxi

Cristóbal Ramírez

SANTIAGO CIUDAD

04 sep 2022 . Actualizado a las 22:04 h.

Aalgunas personas les apasiona trabajar en domingo. A la mayoría, no. Aquí o en Lisboa o en Berlín. Así que no sé si la mujer de Radio Taxi Compostela que el pasado domingo 18 atendió mi llamada cuando necesitaba precisamente eso, un taxi, estaba feliz o no por tener que hablar por teléfono una y otra vez. Y ya eran más de las 12 de la mañana. Le comuniqué que me encontraba ante el monasterio de Conxo. «¿En la puerta del psiquiátrico?», me preguntó. Y como dudé mirando para atrás, y mientras no le entraba otra llamada, me soltó una breve y muy cordial explicación de la historia del monasterio, que por supuesto le agradecí. Por cierto, tenía una voz modulada preciosa.

Por encima de la anécdota, la reflexión pertinente es qué poco cuesta ser amable en el trabajo (y fuera de él) y qué poco cuesta vender una imagen positiva de la ciudad. Porque si cada camarero, cada policía o cada mensajero dejaran caer unas palabras cordiales —como hizo esa mujer— completando una respuesta no solo aumentará nuestro nivel cultural como pueblo y de paso el de los visitantes, sino que estos se marcharán más contentos aún. Lo cual es un aspecto importante para que vuelvan o nos recomienden, sobre todo en estos momentos en que se acaba de abrir el debate de si este es el modelo de ciudad turística que queremos o no.

¿Una tontería? Puede ser. Pero hace dos decenios largos la línea aérea escandinava SAS dio un cursillo y claras indicaciones a sus empleados para que sonrieran. Solo eso. Un año después, un informe interno de la compañía cifraba el impacto de aquella original campaña en muchos millones de beneficio para sus arcas.

Y además, por intentarlo no se pierde nada. ¡Imagine que acertamos!